Reportaje | Esto es la historia de un padre y un hijo que bailan hasta encontrarse

Reportaje | Esto es la historia de un padre y un hijo que bailan  hasta encontrarse
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“Pink Unicorns” es la historia real de un padre y un hijo bailarines los dos, Alexis y Paulo Fernández, que se acercan más aún bailando en un escenario lleno de hinchables, que es el teatro Rosalía, el sábado, a las 20.30 horas, dentro del ciclo TRCDanza. 
La Macana presenta el momento revestido de esos unicornios rosas que están por todos lados. También como fondo de pantalla en el PC de Paulo. Sin embargo, no es una aproximación del padre a su pequeño con un par de cameos del adolescente. 
El experimento está equilibrado, cuentan desde la compañía, y a pesar de que la base de la receta es pura diversión y luminosidad, toca. Lo dijeron los espectadores que la vieron en Münster y Bremen porque sus teatros son también coproductores de la obra junto al Agadic. 
Allí, pese a las capas de comicidad que envuelven a ambos personajes, el fondo lleva a la butaca a conectar con su propia familia. 
Como creación contemporánea, ofrece distintos lenguajes en uno, “es una pieza muy física con mucho movimiento, con textos y en la que también se canta”. Un despliegue de distintas cosas “que nos interesaban para los dos roles, el del progenitor y su hijo, que están soportados al mismo nivel”. 
De 43 y 14 años, respectivamente, la novedad salva varias generaciones con dos cuerpo. Salió al estrado a fuerza de improvisar. De rascar y de crear. Después, la palabra pidió paso y completó al cuerpo para ir tejiendo y dándole sentido a “Pink Unicorns”. 
La narrativa se encarga de llenar los silencios que hay y expresa de otra forma. Así es como a golpe de ejercicios, hijo y padre están cada vez más cerca y encuentran un lugar común. En 70 minutos son capaces de cohabitar en un espacio, por lo que la pieza es esperanza: “Con mimo se puede”. 
Además, Caterina Varela y Alexis Fernández trabajaron mano a mano con el coreógrafo francés establecido en Alemania, Samir Akika, que pensó en un escenario como un paisaje abstracto poblado por elementos hinchables y en una segunda parte con piezas de puzle y luz entrando y saliendo, según en qué instante. 

Práctica
Antes de la puesta en escena del sábado, La Macana realiza una convocatoria mañana a las familias, de padres con niños de doce a 18 años en una práctica con la que pretenden conseguir el mismo efecto. 
Se trata de hacer más corta la distancia entre ellos, de seis a ocho. Caterina cuenta que los interesados deberán inscribirse escribiendo un correo electrónico a trcdanza@gmail.com. Habrá una segunda experiencia el 9 de noviembre. Sin más intención que la de entender el mundo de uno y otro.

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