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miércoles | 8 mayo | 2024
El agente de la Policía Nacional Javier López López fallecido junto a dos compañeros cuando intentaba salvar la vida de un joven en la coruñesa playa del Orzán tiene desde hoy una calle en su barrio por su "altruismo, generosidad y cumplimiento del deber más allá de lo que se puede exigir a un ser humano".
Este vecino del Castrillón ha recibido esta noche un sentido homenaje en la antigua calle Oleoducto, que desde hoy lleva su nombre, con más de dos centenares de personas entre familiares, amigos, autoridades y otras personas que han querido recordarlo.
El alcalde de A Coruña, Carlos Negreira, ha considerado que no existe "mayor amor por la humanidad que el demostrado por Javier López López, José Antonio Villamor y Rodrigo Maseda Lozano el 27 de enero de 2012" cuando dieron su vida para intentar salvar la de un desconocido.
Fue entonces cuando se los denominó como "héroes del Orzán", pues decidieron "servir al prójimo a costa de la vida propia", el mayor acto de "generosidad" que puede haber.
Justo un año después de aquella tragedia, en la Coraza, al lado de donde se dejaron la vida estas personas, se inauguró un altar, un punto de encuentro "para que todos, a cualquier hora del día, puedan dar las gracias a Javier, Rodrigo y José Antonio".
Javier, como "ilustre vecino del Castrillón" tiene ahora una calle por "su altruismo, generosidad y cumplimiento del deber más allá de lo que se puede exigir a un ser humano".
Negreira ha recordado la vida de este héroe que falleció con 38 años y pasó casi toda su vida en A Coruña, primero en la fase de estudiante, después de llegar con seis años, y más tarde, tras pasar por Madrid y Pamplona, como agente de la Policía Nacional.
En un sentido discurso ha deseado que "el sonido de las olas del Orzán se escuche en el barrio de O Castrillón" con el nuevo nombre de la antigua calle Oleoducto.
Sus padres, Aquilino y Mari, se han mostrado muy agradecidos a todos los que han participado en el homenaje y a todos los que los han hecho "sentir queridos" durante todo este tiempo.
Loreto, su mujer, también ha dado las gracias por un "acto especial" en "la calle donde jugaba, donde quedaba con sus amigos" en la que ahora Javier permanecerá siempre en el recuerdo.
