11º-14º
jueves | 25 abril | 2024
El 11 de febrero de 2013, Augusto César Lendoiro contrataba a Fernando Vázquez para intentar obrar el ‘milagro’ de la permanencia, ya que el Deportivo se encontraba con un pie en Segunda División tras la disputa de la vigésima tercera jornada de Liga.
La escuadra coruñesa era colista de la competición con seis puntos de desventaja sobre el Osasuna, que era el equipo que marcaba la salvación, y a ocho del siguiente, el Zaragoza.
El de Castrofeito se convertía en el tercer técnico que dirigía a la plantilla blanquiazul aquella campaña, después de que comenzara el curso José Luis Oltra y le sucediera Domingos Paciencia, quien literalmente escapó tras la derrota de los herculinos con el Granada en Riazor (0-3).
Vázquez heredó un equipo hundido anímicamente, prácticamente tocado de muerte. Los deportivistas solo habían logrado tres victorias en 23 partidos, habían marcado 27 goles y eran un coladero en defensa con 51 tantos en contra. En total, habían conseguido 16 puntos de los 69 posibles.
‘Resurrección’
Aunque el de Castrofeito no tuvo tiempo para completar la hazaña —le faltó un partido—, cambió radicalmente la cara de su plantilla y convirtió al Depor en un bloque competitivo. De hecho, en los quince encuentros que dirigió, los blanquiazules sumaron 19 puntos, marcaron veinte dianas y encajaron diecinueve.
La escuadra deportivista, que se quedó a solo dos puntos de lograr la salvación, fue la octava mejor de la Liga en las quince últimas jornadas de la competición.
A pesar de no conseguir el objetivo de la permanencia, Lendoiro mantuvo a Vázquez en su cargo, consciente de que el carisma y la experiencia del entrenador gallego en los banquillos habían calado en la plantilla y los jugadores habían recuperado la confianza.
El tiempo dio la razón al dirigente blanquiazul y el técnico de Castrofeito lideró el último ascenso a Primera División de la escuadra coruñesa.
A pesar de que el Depor perdió a varios de sus jugadores más importantes en el verano de 2013 (Aranzubia, Zé Castro, Valerón, Abel Aguilar, Riki o Pizzi), el ‘Profesor’ sacó el máximo rendimiento a su plantilla y el conjunto herculino firmó el ascenso en la penúltima jornada de la Liga 2013-2014, gracias al triunfo sobre el Jaén en Riazor (1-0) el 31 de mayo de 2014 con un gol de Marchena a los 28 minutos del partido.
El Depor acompañó en su vuelta a la máxima categoría al Eibar, que finalizó el curso como campeón de Segunda con dos puntos más que los blanquiazules, y al Córdoba, que ascendió vía playoff.
El equipo coruñés, que basó su éxito en la solidez defensiva, finalizó aquella temporada con diecinueve triunfos, doce empates y once derrotas. Marcó 48 goles y tan solo encajó 37 dianas.
