Francisco Martelo | “A pesar de la crisis económica se hacen más intervenciones de estética hoy que hace diez años”

Francisco Martelo | “A pesar de la crisis económica se hacen más intervenciones de estética hoy que hace diez años”
El doctor Martelo, en su consulta | javier alborés

La Asociación Provincial de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios y la Asociación Sociocultural El Hórreo organizaron recientemente en la Real Academia de Medicina y Cirugía una conferencia sobre “Cirugía del envejecimiento”. El encargado de impartirla fue el doctor Francisco Martelo, académico numerario de cirugía plástica. Y lo hizo ante un auditorio abarrotado.

¿Qué les contó?
Que durante muchísimos años se pensó que el envejecimiento era el paso de los años que desgasta la máquina. Pero en el caso de las personas, no es así: el organismo está en una permanente regeneración: las células más antiguas de la epidermis tienen 17 días. Las de la cubierta del tubo digestivo, tienen un máximo de cinco días de vida. Las de los huesos duran diez años. Es decir, que en diez años, uno tiene un cuerpo totalmente nuevo.

Pero la mayor parte prefiere el antiguo.
Claro. El problema es que tienes un cuerpo nuevo, pero aunque las células son nuevas, no tienes la apariencia de antes.

¿A qué es debido?
Lo que ocurre es que las células hacen fotocopias, pero con el paso de los años el mecanismo se deteriora, y la fotocopias empeoran con el paso de los años. Las puntas de los cromosomas del núcleo se hacen más pequeños y las células se duplican de una manera inadecuada.

¿Así que es genético?
También existen agentes externos que aceleran el envejecimiento: el sol, fundamentalmente. El sol se necesita para la formación de la vitamina D, pero envejece porque produce quemaduras en las células. Pero tenemos los melanocitos que producen pigmento para cubrir el núcleo de las células de la epidermis para protegerse de daño que produce el sol. Sin ese pigmento, se producirían lesiones importantes.

¿Qué se puede hacer?
Es importante la protección solar, ya sea 20, 50 u 80. Un protector 20 es un factor por el que hay que multiplicar el tiempo por el que uno se quemaría: Si soy “blanquito” y me quemo en diez minutos, con protección 20 me quemaría en 200 minutos. Pero no es importante el factor de protección sino el tiempo que estés. Hay que ponerse la crema con frecuencia, para que esté presente en la piel.

¿Aparte del sol tiene usted algún consejo para mantenerse joven?
Tengo que asumir que con el paso del tiempo me tengo que cuidar: no engordar, no estar expuesto al sol, no tomar sal ni azúcar. Se envejece por enfermedad, por el consumo de sustancias y alimentación inadecuada que provocan aumentos de colesterol.

¿A nivel quirúrgico, de qué habló a su público?
Como hablamos de envejecimiento, sobre todo de las posibilidades que tenemos los que nos dedicamos esto: rellenar las arrugas utilizando botox, los desprendimientos con ácido alurónico, cirugía de los párpados, del estiramiento facial para tratar el paliar el tiempo de los años...

¿La cirugía estética es ya algo asumido por todo el mundo?
Hay diversidad de opiniones. La gente más joven tiene tendencia a asumir al cirugía estética como un bien de consumo. Pero estas intervenciones son buenas para las personas que lo necesitan. A veces no salen de casa, se encuentran mal, porque creen que para tener éxito en la vida tienen que tener un determinado aspecto.

¿No es algo superficial?
Digan lo que digan, la mayor parte de la gente va por ejemplo a la peluquería. Están consumiendo el efecto beneficioso estético de la peluquería. Es un consumo para encontrarse mejor y aparentar más. Hoy en día, la gente tiene mejor apariencia porque se cuida más

¿Es un bien de consumo?
A pesar de la crisis económica, se hacen más intervenciones que hace diez años, pero se debe a que la gente tiene más necesidad de sentirse bien, ser más competitivo y mejorar su apariencia física.

¿Dónde hay que poner el límite?
Las personas deben tener presente si lo necesitan. Lo que no puede ser es hacerlo porque sí, porque lo hacen los demás. Deben acudir a profesionales honestos que les digan si lo necesita o no.

¿Usted es honesto con ellos?
A veces, es difícil. Quieren que les operes, o que les inyectes cosas con las que no van a quedar mejor de lo que está. Hay gente que incluso se ofende cuando se lo dices. Te responden: “Oiga, yo he venido a un cirujano estético, no a un psicólogo”. l

Francisco Martelo | “A pesar de la crisis económica se hacen más intervenciones de estética hoy que hace diez años”

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