Reportaje | El mundo del souvenir coruñés engorda con el skyline de Belén Chaver

Reportaje | El mundo del souvenir coruñés engorda con el skyline de Belén Chaver
La artista ofrece su versión coruñesa en múltiples formatos

Fue por casualidad cuando un sobrino le pidió que le dibujara un skyline coruñés a modo de cabecero de cama para que le vigilase de noche mientras dormía. Entonces, Belén Chaver afiló su lápiz y perfiló una ciudad donde las grúas del puerto hacen de nariz, el Obelisco es un ojo saltón y la fachada del Femenino, una boca que ingiere historia y muchos niños con mochila.


Quedó tan bien que se le ocurrió reproducir su visión de A Coruña y repartirla en distintos formatos para saber si gustaba. Gustaron y hoy es souvenir y artículo “morriñento” para llevarse de esta punta del mapa: “Todos los que hay son feos”. Su horizonte, sin embargo, no carga y retrata la esencia que se dispersa por los jardines de San Carlos y es arrastrada por el mar hasta San Antón. En medio, la Torre de Control está al tanto de lo que pasa. La artista empieza con grafito y termina con tinta. Sus skylines se pueden disfrutar en cuadros, tazas, camisetas o abanicos. También por separado porque el amante de esta península atlántica tiene la opción de colocar en el salón de casa una Torre de Hércules de trazos sencillos. Eso va al gusto del consumidor.

En Federico Tapia, 42, Belén Chaver tiene un espacio donde el curioso puede comprobar su colección de pequeñas “Coruñas”. Además, en www.belenchaverdesigns.com están catalogadas por su raza y condición. Desde los diez euros de una taza de cerámica con la que tomar cereales con vistas a la Fábrica de Tabacos, los turistas escapan del “estuve en A Coruña y me acordé de ti” para refugiarse en una puesta en escena donde los edificios bajitos también tienen presencia.


Es por eso que el quiosco de la plaza de Ourense baila al lado de las cristaleras de La Marina y son muchos los que están desplazados por asuntos de trabajo o por la vida en general que se quieren hacer con un cachito coruñés para su piso en Chamberí. Belén clasifica su forma de hacer como minimalista. Siempre le gustó dibujar, pero no fue hasta que se jubiló cuando se presentó en clase de pintura dispuesta a darle rienda a su creatividad.

Desde diciembre a la imagen le salieron tantas novias que siguió por la AP-9 para hacer lo mismo con Santiago de Compostela. Con Chaver, la catedral mira de frente con el Gaiás y la facultad de Geografía e Historia de compañeros.

Toda Galicia
Dice que en un principio dudó en cómo hacerlo por la forma circular del casco viejo santiagués, pero una vez que escogió los emblemas de piedra los puso sobre un lienzo en blanco con lo puesto, que no es más que las líneas que lo identifican. El resto sobra, sería confundir a la mirada.
Así, en un solo barrido uno pisa Compostela e incluso siente la lluvia a su paso. Solo hay que echarle imaginación y ganas y esas no le faltan a una creadora que tiene pensado recorrer toda la geografía del país para que cada ciudadano gallego tenga su réplica a mano alzada del lugar donde creció comiendo regalices: “Pretendo hacer de toda Galicia”. La Peregrina, Rande, las murallas lucenses o las Burgas esperan impacientes su turno.

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