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sábado | 20 abril | 2024
Toni Hill (Barcelona, 1966) participa esta tarde en un coloquio en Fnac junto a la escritora coruñesa Nieves Abarca, donde hablará de su último libro, “Tigres de cristal”, una novela de suspense en la que dos niños matan, en los 70, a uno de sus compañeros de colegio después de las continuas vejaciones de este a uno de ellos y ahora han de enfrentarse al pasado.
Se inspiró en el caso real del asesinato de James Bulger, un niño de dos años a quien mataron otros dos niños.
Sí, los que tenemos una edad nos acordamos porque fue bastante impactante. Desde aquel momento siempre pensé cómo debe ser la vida de ellos después de tanto tiempo. Han crecido, seguramente llevan una vida normal y la sociedad les ha hecho pagar una parte, pero ¿cómo gestionan ese sentimiento por algo que hicieron hace tanto tiempo?
El crimen de la novela viene producido por el acoso escolar. ¿El bullying es peor ahora que antes?
Ha cambiado, en aquel momento no se le llamaba ni bullying, era algo que nos afectaba a todos, o eras víctima o “verdugo” o espectador. Ahora la agresión es más sofisticada, el acoso va más allá del patio y en las redes sociales te ves humillado en “diferido” y por mucha más gente que no conoces.
¿Por qué ambienta la obra en su antiguo barrio?
Quería escribir sobre la Ciudad Satélite de Cornellá, quería ajustar cuentas con un lugar que fue importante para mí de los 14 a los 18 años. Era una zona fea, con bloques grises sin lógica urbanística, pero sus habitantes se preocuparon de mejorarlo.
¿Crece la intolerancia? Ahí está el caso “Aquarius”.
Me asusta bastante la normalización de un discurso que criminaliza al de fuera. Me parece de una miseria moral terrible. l
