No son pocos los que consideran el comer todo un arte. Más cuando la visita es a esos restaurantes estrellados en los con tantos trampantojos y propuestas minimalistas al estilo de auténticas joyas se podría instalar una galería de arte sin titubear. Pero por mucha tortilla deconstruida o por mucho helado con aroma a puro que se sirva sobre la mesa no todo está inventado en esto de la hostelería. A partir de mañana y durante los tres días que dure la versión galaica del Fórum Gastronómico lo demostrará la artista coruñesa Julia Ares.
Su vocación de aventurera le hizo embarcarse hace algo más de un año en un nuevo proyecto que dará mucho que hablar entre los más reputados chefs del país porque Ares les propondrá crear arte al cuadrado. No vale solo con convertir los alimentos en esculturas, ahora también el continente debe ser digno de exposición.
“El soporte (así le gusta llamar a sus productos, pues poco se asemejan a los platos y fuentes a los que estamos habituados) debe ser otra creación”, reflexiona, abogando por la “comunión” con la comida para “sorprender al comensal”. Y es que por muchas vueltas y ondulaciones que le den a sus propuestas los cocineros de hoy con porcelanas y cerámicas, apenas se trabaja con el amado vidrio de Julia siendo un material que abre un mar de posibilidades. “Casi todo es lo mismo, echo de menos más variedad”, reflexiona.
variedad
Tantas opciones como uno quiera porque la artista se adaptará a aquello que le soliciten desde cada cocina. Su espíritu la obliga a indagar tan profundo en su propia creatividad que de momento acudirá a ExpoCoruña con “piezas especiales, nada que se haya visto hasta ahora”.
“La colección versa mucho sobre el mar, que está tan presente en mi obra como en la propia gastronomía gallega y en el territorio”, avanza, para generar más intriga. Pero eso no importa si se tiene en cuenta que no se limita a las ideas fijas. “Hago soportes a la carta, me adapto a lo que cada cocinero pueda necesitar en casa momento; mi motivación es esa”, añade.
De hecho, la visita –la invitó uno de los directores del certamen culinario, Jaume Von Arend tras enviar unas pinceladas del proyecto a Cataluña– busca hacer maridajes con restaurantes para dar un valor extra a los platos de la “nouvelle cuisine”.
Además de estar presente mediante una exposición, el martes participará de la ponencia de Sergio Musso y Paco Chicón del restaurante coruñés Eclectic Lar Gastronómico, que le pidieron tres soportes para mostrar sus creaciones. En estos se han colado una “alegoría a la playa de las Catedrales” y alguna que otra malla, imitando a las redes de pesca, dentro del propio vidrio.
Para Julia falta mucho por explorar en este material y advierte de que los reyes de los fogones están muy equivocados si “creen que es muy frágil”.
Sus obras –algunas aún estaban saliendo del horno este viernes– han sido sometidas “a altas temperaturas dos veces y no son más frágiles que la cerámica o la porcelana”. Desde su estudio entiende, además, que los suyos no son soportes para una hamburguesa sino para un tipo de alimento más cuidado en el que la delicadeza en las formas también en vital.
Para acabar de conquistar, las burbujas y los bordes irregulares no impiden devolverle el brillo en el lavavajillas.