Sánchez se va con idea de volver

En el PSOE, fundado por Pablo Iglesias en 1879, solo ha habido 20 secretarios generales, lo que puede dar idea de la importancia del cargo. Desde que hay democracia, tras la dictadura de Franco, han ocupado el puesto cinco personas: Felipe González, Joaquín Almunia, José Luis Rodríguez Zapatero, Alfredo Pérez Rubalcaba y Pedro Sánchez, el primer secretario que salió de unas elecciones primarias abiertas a la militancia, en 2014. Lejos de poner en valor esa circunstancia, se supone que positiva, dirigentes aleccionados por González se lo han llevado por delante, fruto de una votación en el Comité Federal. En su sitio pusieron una gestora que preside Javier Fernández. Mientras, Susana Díaz, la principal adversaria interna de Sánchez, medita hacerse con el puesto vacante, a la espera de unas nuevas primarias y de un congreso federal. Es en ese escenario en el que quiere volver Sánchez, libre de cualquier atadura al grupo parlamentario, que pasará a la historia por haber permitido la elección de un presidente del Gobierno del PP, algo sin precedentes en la vida interna de los socialistas españoles.
Sánchez jugará la baza de la militancia frente al aparato provisional, sin otro cargo que su propia condición de militante. Lo dejó bien claro en la comparecencia donde llegó a emocionarse, pero, de hecho, ya se venía definiendo desde hace días en su Twitter como militante del PSOE, al tiempo que abría su web con un mensaje incompatible con su abstención: “Pido a las fuerzas del cambio que no le den una tercera oportunidad a Rajoy”. Su decisión, convertida en un secreto por muchos medios, no podía estar más a la vista de quien quisiera visitar su twitter y su site.
Twitter será la principal herramienta mediática de Sánchez, que cuenta con más de 430.000 seguidores, a falta de ir recuperando posiciones en los medios de comunicación más convencionales, que han sido más críticos con él que las redes sociales. Dicen que segundas partes nunca fueron buenas y Sánchez no lo tendrá fácil. Aún así, no es menor el debate que puede planear sobre el PSOE hasta que celebre su congreso federal y aclare su caos interno. Es evidente que Susana Díaz tiene peso en Andalucía y que solo por eso ya es determinante para el PSOE, pero no lo es menos que suscita rechazo en una parte importante del partido, que ya sea de la mano de Pedro Sánchez o de otra persona seguramente luchará por el poder. Mientras, Rajoy seguirá en la Moncloa.

Sánchez se va con idea de volver

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