La imposibilidad manifiesta de cumplir algún plazo prometido


HACE ya tiempo que los coruñeses saben que los tiempos, en lo que se refiere a la toma de decisiones en su ayuntamiento, son inescrutables, al fin y al cabo, al Gobierno local se le puede atribuir el haber convertido “inminente” en un plazo de cuatro o cinco meses. Por eso, ya nadie se espanta de que estemos ya en la parte final de diciembre y las cuentas, esas que iban a ir a pleno el pasado noviembre, siguen a la espera de, tan siquiera, que se pacten. Que nadie pierda la calma, parece que le están dando una vuelta a ver si las cuadran.

La imposibilidad manifiesta de cumplir algún plazo prometido

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