13º-18º
domingo | 5 mayo | 2024
La séptima reforma educativa de la democracia, liderada por José Ignacio Wert, recibió ayer su aprobación final en el Congreso gracias a la mayoría absoluta del PP, ya que los grupos de la oposición, salvo UPN que se abstuvo, manifestaron su rotundo rechazo a la norma.
El proyecto de Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce) recibió 182 votos a favor, 143 en contra y dos abstenciones, ya que, a la del diputado de UPN, Carlos Salvador, se unió, por error, la de un diputado socialista.
En el último debate parlamentario sobre la reforma, Wert confió en que comience ahora “un tiempo de construir”, pero la oposición le anunció su intención de derogarla en cuanto cambie el partido en el Gobierno y acudirá al Tribunal Constitucional para recurrir algunos de sus contenidos.
Precisamente, y justo después de la aprobación, el gobierno canario anunció también que recurrirá la ley al Constitucional.
Al término del Pleno, en el que se rechazó la petición del PSOE de reprobar al ministro por su gestión (segunda a la que se enfrentaba en la legislatura), Wert anunció que este mismo jueves llamará a los consejeros autonómicos de Educación para invitarles a colaborar en la puesta en marcha de la ley.
La norma, que ve la luz 14 meses después de la aprobación del anteproyecto, empezará a implantarse en el curso 2014-15 en Primaria y FP Básica, mientras que para Secundaria y Bachillerato será a partir del 2015-16.
La oposición volvió a verter duras críticas a esta ley, que derogará en cuanto haya cambio de partido en el Gobierno y no será acatada por los grupos nacionalistas e Izquierda Plural.
Invade competencias, es españolizadora, reaccionaria, clasista, ataca el modelo de inmersión lingüística, minusvalora a la educación pública, no es laica, retira la asignatura Educación por la Ciudadanía y defiende la educación diferenciada por sexos son algunos de los reproches vertidos a la Lomce.
También se recordó a Wert que la reforma sale adelante a pesar de haber tenido once vetos en la Cámara alta y ocho en el Senado, y alrededor de 1.600 enmiendas parciales.
El diputado del PSOE Mario Bedera pidió la dimisión del ministro – “dimita y llévese debajo del brazo su ley”– y dijo que la reforma es “innecesaria”. n
