Barsa, Chelsea o Einstein son nombres de centros educativos privados en Nepal que se las ingenian para sortear una nueva orden judicial que los obliga a cambiar su nomenclatura extranjera por una más acorde a la cultura del país. Los nombres occidentales suscitan interés entre muchos lugareños, bajo la creencia de que las escuelas portadoras de los mismos ofrecen mejor educación, pero su proliferación en los últimos años ha levantado ampollas en ciertos sectores nacionalistas. La ley exige de hecho a las instituciones educativas del país reflejar el nacionalismo y la cultura nepalí. FOTO: efe