El décimo economista más influyente de España, según la plataforma Favikon. Se lee lo que escribe, se sigue lo que opina. Venancio Salcines, profesor y presidente de Cesuga y efbs grupo educativo, se consolida como referencia esencial a la hora de debatir el futuro de Galicia.
Veinte economistas destacan en España por redefinir el pensamiento económico y moldear el futuro de la política económica, las finanzas y la innovación. Usted es el diez. ¿Esta noticia le ha sorprendido? ¿En qué sentido cree que puede impulsar su empeño por el desarrollo de Galicia?
Las redes me recuerdan que hay un universo de cerca de medio millón de personas que me leen, de media, entre ocho y diez veces al año. A pesar de ello, sí, me ha sorprendido. Estoy muy centrado en Galicia, aquí desarrollo el grueso de mi actividad y por ello, evito, en muchas ocasiones opinar sobre los problemas que se están viviendo en España. Intento, por un lado, no desviar el foco de mi discurso y por otro, evitar los populismos, por eso, descubrir que, centrándome, y con seriedad, en Galicia, soy el décimo de España me hace reflexionar.
Según sus palabras, “por primera vez, en 140 años, lo tenemos todo: recursos, capitales y talento”. ¿Es el momento de marcar ese diferencial, de dar ese nuevo paso al frente?
Galicia ha de saber en el momento histórico en el que se encuentra. Y las élites intelectuales, esencialmente las ancladas en las universidades, han de abandonar alforjas políticas hablarle con seriedad a su pueblo. La nueva Europa es la de los recursos, la del kilometro cero, la que te dice, si se puede producir aquí, que se haga.
¿Cuáles cree que son los nuevos retos a los que nos enfrentamos en Galicia?
El uso eficiente de nuestros recursos. Tenemos mar, aire y sol, usémoslo. Tenemos minería, explotémosla. Tenemos bosques, tengamos más. Tenemos madera, lideremos la construcción sostenible, de reducida huella de carbono. Tenemos los alphas, busquemos los omegas que los necesitan. Tenemos talento, miles de investigadores en las universidades, exijámosles que transfieran su conocimiento al sector empresarial gallego. Y si el que generan no interesa que abran líneas de dialogo con la empresa gallega para que sus éxitos investigadores no se queden en meras medallas académicas diseñadas para una carrera burocrática.
Usted comenta a menudo que tiene un interés profundo por construir sociedad civil. Si pensamos en términos prácticos, en el beneficio colectivo, ¿qué significa una sociedad civil fuerte para Galicia?
En Galicia hay ciudades que están permanentemente llamando al Estado para que las impulse y hay otras, que le construyen puentes de plata al mundo empresarial. Las primeras están languideciendo inmersas en estériles debates políticos; las segundas están creciendo y avanzando, como es el caso de A Coruña. Pero el crecimiento ha de ser con sentido de identidad, buscándonos entre nosotros, arrastrándonos unos a los otros, empujándonos cuando nos faltan fuerzas. Es importante leer el Financial Times pero es mucho más leer El Ideal Gallego, porque el segundo ayuda a construir mi ciudad, mi casa, mi tierra. Por tanto, si he de velar por la supervivencia de uno, siempre elegiré el que impacta en mi casa. Una sociedad civil fuerte y orgullosa vive lejos de complejos. Sabe por lo que ha de velar y cuales son los mimbres que ha de tener. El mismo discurso se puede decir de Galicia y aquí el presidente Rueda ha de pensar si quiere que nuestro futuro lo construyan capitales locales o foráneos. En sanidad privada, ya sabemos lo que pasó, el 90% pertenece a grupos ajenos a Galicia. El presidente Feijoo sabrá por qué. Y esto va a ocurrir en más sectores. Si hay una sociedad civil fuerte es más difícil que ocurra.
O encontro da Toxa, que celebrará los próximos 10 y 11 de julio su quinta edición, se ha convertido en un epicentro estimulante de debate, conocimiento, intercambio de ideas y generador de valor. ¿Qué le llevó a promover este tipo de foro?
Muchos creemos que no existe sociedad civil gallega. Existen en la mayoría de nuestras ciudades y aun así a veces está demasiado dividida y en otras ocasiones, poco cohesionada. Pero en todas las esquinas de Galicia existen empresarios, políticos y académicos que desean sumar. En O Encontro de Sober y en de A Toxa, nos unimos, dialogamos y vemos como cooperar. Y aquí debo elogiar a una buena parte del gobierno gallego, siempre dispuesta a trabajar en cooperación con el sector privado y en positivo, sumando.
Este año la conversación en A Toxa girará en torno a la economía abierta. ¿Cómo se conjuga sostenibilidad, innovación e internacionalización en Galicia?
Existe una Galicia muy dinámica, de vanguardia, que está haciendo grandes cosas. Una Galicia que se mueve en la innovación si olvidarse de la sostenibilidad. Una Galicia abierta al mundo, que lo está recorriendo y ganando grandes mercados Una Galicia de la que sentirnos muy orgullosos. Deseamos que esa Galicia sea más visible, que nos hable y que nos inspire.