Problemática española

España como país, es problemático en temas políticos, sociales, culturales, económicos y relaciones institucionales, al existir diecisiete regiones autónomas, con lo cual la mezcolanza política es extremadamente complicada y difícil de entender unos grupos a otros, y menos llegar a pactos de gobierno y de relación estable entre instituciones, con todo lo que, conlleva aparejado, de sus competencias sobre asuntos de toda índole, sean fiscales, sociales ó de justicia y cada vez se exigen más y más competencias, a cambio de prestar apoyos a determinados asuntos de estado en un momento dado y así sucesivamente, incluyendo compensaciones económicas, según la importancia del asunto a tratar, esto lastra la fiabilidad política del gobierno de turno, que se presta a un malévolo juego de intereses, para mantenerse en el gobierno. A toda costa, en lugar de convocar elecciones y salir del entuerto al que se ha llegado. No se hace, debido a que existe la posibilidad de que los partidos actuales de gobierno y socios del mismo, se encuentren con un gran batacazo electoral.


De todos modos, el futuro gobierno que salga de las urnas, no tendrá fácil la composición de este desaguisado, con una economía en declive, un paro estacional mayor de la Comunidad Europea, una deuda pública que roza el billón y medio de euros, cuando el actual presidente Sánchez, tomó la presidencia, tras los últimos comicios, la deuda española rozaba el billón, con él en el cargo, subió a la cifra actual, lo malo, es que, no se rebaja el gasto público, ni tampoco se corta el flujo de deuda, es decir no se amortiza.


Cuando habría que meter la tijera al gasto superfluo del estado, pero no se hace y encima se aumentan los sueldos los diputados, como si les pareciese poco lo que ya cobraban.


Que decir entonces de los salarios de los trabajadores, no de los directivos que son astronómicos, sino del que da el callo y hace que la empresa funcione, cuando es el que menos cobra, señalando determinados nichos de trabajo problemáticos, caso de la hostelería en particular, según todos los informes. Que decir de los pensionistas, con haberes mínimos que son mayoría, no ya que reciban una pensión media, sino que apenas les llega para ir tirando y no alcanzan al fin de mes. Con una inflación galopante, como ya no se recordaba, que se come los sueldos de la clase trabajadora menos onerosa y media y una energía que a los precios actuales acaba con la economía doméstica, comercial e industrial de las familias y empresa de pequeño y mediano tamaño. Lo malo, es que no se ve visos de solución a ninguno de estos problemas.


No hay quién ponga el cascabel al gato y toda la carga económica recae sobre estos grupos sociales, así no hay forma de resistir la problemática que soporta España.


Tiene que haber una fórmula, el caso es querer encontrarla, el problema ya lo tenemos, ahora falta la solución.

Problemática española

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