Grabado japonés, en el CIEC

El Centro Internacional de la Estampa Contemporánea de Betanzos (Fundación CIEC) ofrece la muestra MOKUHANGA (en japonés, grabado en madera), en la que se hace un recorrido por esta técnica de estampado de los dos últimos doscientos años hasta la actualidad. La exposición se divide en tres apartados: el primero nos ofrece grabados japoneses del siglo XIX de la colección del David Abad, que es profesor de Historia del Arte de la Universidad de Zaragoza; en el segundo, se exponen grabados de paisaje del siglo XX de la colección de Alejandro Sanz, historiador de Arte; el apartado tercero está formado por grabados de la artista Fabiola Gil (Zaragoza, 1974) que cuenta con un amplio y rico currículum en este tipo de estampación. La sensibilidad especial del arte nipón queda reflejada en la representación de mujeres hermosas o bijinga que a veces recuerdan geishas, en los  actores del teatro kabuki y en el tratamiento del paisaje que revela el profundo sentimiento de la naturaleza característico del ukiyo-e (imágenes del mundo flotante), que se puso de moda durante el período Edo (1603-1868) y la era Meiji (1868-1912) Así, se nos ofrecen retratos de actores, como Onoe Kikugoro, del grabador Utagawa Kunisada (1786-1865); o Ichigawa Monnosuke en el papel de Korojó, de Utagawa Tokoyuni (1765-1825). Del esplendor ornamental con que se rodea a la mujer en un ambiente natural  atestiguan las obras “La cortesana Shirakawa” de Utagawa Kunitoni, “La doncella  glicinia” de Ogata Gekkö (1859-1920) o “Dos mujeres hermosas en su jardín de lirios” de Mizuno Toshikata(1866-1908). 
Entre los paisajistas del siglo XX está Ishikawa Toraji(1865-1964) que, en “Puente suspendido sobre cable de hierro” ofrece una poética visión del entorno; igualmente, nos aproximan a paisajes para la contemplación encantada, Ishii Tsuruzo (1887-1973), en “Monte Hakuba” o Yoshida Tsukasa (1949) en “Mar de nubes”; también Narazawa Hiromitsu (1874-1964)´en “Engoji”, o Hashimoto Okiie (1899-1993), en “Monte Asama”. De Fabiola Gil hay tres grabados: unos pies sumergiéndose en la bañera, una joven saliendo del baño y un nadador en aguas turquesa, que sintetizan la idea de reflejar lo esencial  de modo sintético, con medios mínimos.
 

Grabado japonés, en el CIEC

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