Difícil legislatura

La Cámara del Congreso y el Senado, acaban de inaugurar hace apenas unas semanas su andadura política, lo mismo que el actual Gobierno, presidido por el incombustible Pedro Sánchez, figura digna de un profundo estudio sociológico por sus características humanas en todas sus decisiones, sean estas de la índole política que aborde, siempre, tiene salida para todo y, le da vueltas para colocarlo a su gusto. Sus explicaciones no tienen ningún desperdicio, aunque suenen a música ya oída en más de una ocasión. Su aparato propagandístico es encomiable, al salir sus ayudantes a la palestra y decir todos la misma cantinela a píes juntillas. Y sigue estando ahí, en el candelero a diario con sus decisiones. Como en una ocasión dijo acertadamente el general Cabanellas “a este no lo echáis ni con agua hirviendo” y así fue.


Pero, no voy a extenderme mucho más sobre la figura de Pedro de Sánchez. Si no de su momento político, donde tiene abiertos numerosos frentes y ninguno está cerrado, colean todos a, nivel internacional y nacional, lo último es la actual legislatura, una amalgama de partidos que están lejos de los ideales socialistas, pero suman votos, eso es lo que aupó a Sánchez a permanecer una legislatura más en su haber.
Lo que acontece, es que sus socios, están más interesados en otras cuestiones en apoyar a Sánchez, que dar su voto de forma gratuita, para que pueda gobernar de un modo tranquilo y no lo podrá hacer en todo lo que resta de legislatura, que es mucho, está empezando todavía y se le acumulan en su mesa las peticiones de sus socios, que son unos cuantos, sin ellos, no podrá gobernar.


Las primeras alarmas se han encendido, por parte del partido vasco y otros empiezan a calentar motores, quienes auguran una legislatura difícil y llena de solicitudes por parte de todos ellos, muchas de las cuales no se podrán cumplir, salvo haciendo un pasillo por la puerta de atrás, aunque todo está por ver, las pretensiones de sus socios, el más polémico, es el catalán, con todas, cuanto más se le dé, más querrá y, no solo eso, sino que llegará hasta el final de sus exigencias, la cuestión está en sí, Sánchez, aguantará el tirón, de todas estas peticiones y exigencias tipo ultimátum o acabará por tirar la toalla y a media legislatura. Con su mesa atiborrada de problemas, acabará por adelantar las legislativas, disolviendo las cámaras, para ir a nuevas elecciones generales.


Se está barajando en los círculos políticos, que Sánchez, no llegará al final de la legislatura, solo a la mitad, son muchos los frentes abiertos y ahora se le acumulan más, debido a los votos que se han cedido a cambio de otras prebendas. Esto es, el cuento del gato y el ratón, habrá que esperar a ver, como se desarrollan los acontecimientos, la apuesta está ahí.

Difícil legislatura

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