Turquía intenta salvar el acuerdo del grano y Rusia ataca a la energía de Ucrania

Turquía intenta salvar el acuerdo del grano y Rusia ataca a la energía de Ucrania
Erdogan se está encargando de las negociaciones | aec

Rusia lanzó ayer más de 50 misiles contra objetivos energéticos ucranianos, lo que provocó cortes de luz en cientos de localidades, dos días después de haber acusado a Ucrania de un ataque contra la Flota del Mar Negro y suspendido el acuerdo de exportación de grano ucraniano, que la ONU y Turquía intentan ahora salvar. 


El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, manifestó ayer el compromiso de su país a mantener el acuerdo firmado el 22 de julio y que permitió reanudar la exportación de más de 9,5 millones de toneladas de grano y otros alimentos ucranianos a través de un corredor humanitario desde tres puertos en el estrecho del mar Negro.

 

Recuperar la negociación
“Aunque Rusia tiene dudas al respecto porque no se le dan las mismas facilidades (para exportar grano y fertilizantes), seguiremos esforzándonos por servir a la humanidad”, señaló el mandatario.


El ministro de Defensa turco, Hulusi Akar, prevé hablar con su homólogo ruso, Serguei Shoigu, para intentar salvar el acuerdo.


El coordinador de la ONU del acuerdo, Amir Abdulla, tuiteó por su parte que los barcos graneleros civiles “nunca pueden ser un objetivo militar ni ser tomados como rehenes. Los alimentos deben circular”. 


El secretario general de la ONU, António Guterres, retrasó su viaje a Argel tras la suspensión por parte de Rusia del acuerdo.


El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, acusó a Rusia de “chantajear al mundo con el hambre” con la suspensión del acuerdo, el cual iba a expirar el 19 de noviembre pero que Moscú ya había ralentizado con el bloqueo de 218 barcos que estaban esperando transportar grano o entrar en los puertos ucranianos.


Rusia ya había advertido de que estaba en duda la prolongación del acuerdo al considerar que se incumplía la parte del pacto que le permitía exportar grano y fertilizantes rusos.

 

Ataque a la infraestructura
La reacción rusa al “atentado terrorista” ucraniano sobre el mar Negro, en el que resultó dañado el dragaminas ‘Iván Golubets’, fue de nuevo un ataque masivo contra la infraestructura energética ucraniana. Rusia lanzó más de 50 misiles desde el mar Caspio y la ciudad de Rostov.


El Ministerio ruso de Defensa confirmó que “continuaron los ataques con armas de alta precisión y de largo alcance contra el mando militar y los sistemas energéticos de Ucrania”.


Pese a que la Fuerza Aérea de Ucrania derribó 44 misiles en el centro, sur, este y oeste del país, el resto impactó en 18 objetivos civiles, en su mayoría energéticas, en diez regiones, entre ellas Kiev, Zaporiyia, Dnipropetrovsk y Jarkov, según el primer ministro ucraniano, Denys Shmyhal. “Cientos de localidades en siete regiones ucranianas se quedaron sin electricidad”, señaló.


En Kiev, el alcalde de la capital, Vitaliy Klitschko, indicó que 350.000 hogares se quedaron sin electricidad y que, además, el 80% de los consumidores se quedaron sin suministro de agua. 


El vicejefe de Gabinete del presidente ucraniano, Kyrylo Tymoshenko, explicó que se introdujeron “cortes de electricidad de emergencia”. 


En los ataques resultaron heridos al menos 13 civiles, según el jefe de la Policía Nacional, Ihor Klymenko.


“En lugar de luchar en el campo de batalla, Rusia lucha contra civiles”, tuiteó el ministro de Exteriores, Dmytró Kuleba. 


Además, Ucrania asegura que las tropas rusas usaron el espacio aéreo de Moldavia en los ataques. “Rusia ha violado el espacio aéreo de otro estado”, afirmó el portavoz del presidente Volodimir Zelenski, Serheii Nikiforov.


La violación del espacio aéreo de otro país se refiere al misil ruso abatido por las defensas antiaéreas en territorio de Moldavia, junto a la frontera con Ucrania, que motivó una investigación de las autoridades moldavas. 

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