Más de 20 personas fallecieron por el paso de la tormenta invernal ‘Elliot’, que impactó en casi todo el territorio de Estados Unidos en plenas festividades navideñas, las más gélidas registradas en el país desde hace décadas.
El temporal, provocado por un frente de aire ártico, comenzó a amainar ayer tras haber dejado a su paso temperaturas bajo cero desde Canadá hasta Texas, además de intensas nevadas y fuertes vientos que afectaron a la red eléctrica y a la aviación.
Durante la mañana del día de Navidad, unos 200.000 usuarios seguían sin luz, mientras que cerca de 3.000 vuelos fueron cancelados.
Al menos siete personas fallecieron en la zona de Búfalo (estado de Nueva York), ciudad que quedó colapsada por la nieve y cuyo aeropuerto permanecerá cerrado al menos hasta mañana.
Los muertos fueron encontrados en vehículos, en domicilios y en la calle, informaron las autoridades del condado de Erie. “Todavía nos enfrentamos a un clima helado en todo el estado. Estas bajas temperaturas ponen en peligro la vida, por lo que los neoyorquinos deberían quedarse dentro de sus casas hoy”, dijo ayer en rueda de prensa la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul.
Otras cuatro personas murieron en un choque múltiple en una carretera del estado de Ohio en el que estuvieron involucrados unos 50 vehículos.
También ha habido muertos por accidentes o por el frío en Kansas, Misuri, Vermont, Colorado y Wisconsin, según la prensa local, que eleva el número de decesos por el temporal a más de una veintena.
Al menos 200 millones de personas en Estados Unidos, el 60% de la población, estuvieron bajo alguna alerta por el clima, según el servicio meteorológico nacional, el National Weather Service (NWS).
En varias ciudades de la costa este e incluso del estado de Florida, los termómetros marcaron mínimas que no se veían desde las navidades de 1983.
Así, ‘Elliot’ se desplazó lentamente ayer hacia el este mientras se debilitaba, aunque las temperaturas permanecieron gélidas y menores a las habituales en el este, centro y sur del país.
A las 17.30 horas de ayer, todavía 176.000 personas estaban en alerta por tormentas de nieve, según el pronóstico del NWS. “Se espera que las condiciones mejoren lentamente a medida que el sistema se debilite. Sin embargo, viajar en estas condiciones será extremadamente peligroso” en algunas zonas, advirtió el organismo en un comunicado.
Más de 3.000 vuelos fueron cancelados ayer, según el registro de Flight Aware. El viernes fueron 5.800, por lo que miles de personas no pudieron reencontrarse con sus familias en Nochebuena.
El secretario de Transporte de Estados Unidos, Pete Buttigieg, explicó que fueron cancelados más del 20% de los vuelos que estaban programados, así como muchos trenes de la red pública Amtrak. También advirtió de que el frío era “peligroso” para las personas que se aventuraran a hacer trayectos en carretera, por el riesgo a quedar varadas por la nieve. Además, 1,7 millones de hogares y negocios quedaron a oscuras por el temporal.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, compareció públicamente para advertir a los civiles que se tomaran la tormenta “de forma extremadamente seria” y que siguieran las recomendaciones de las autoridades.