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sábado | 4 mayo | 2024
Después de cuatro años de trabajos, Endesa dio ayer por finalizada la transformación ambiental de una vieja mina de lignito pardo en As Pontes en un inmenso lago artificial, el más grande de España con una superficie equivalente a toda la ciudad de A Coruña.
El lago tiene 8,7 kilómetros cuadrados de área y 18 kilómetros de perímetro y cotas de profundidad que superan los 200 metros en algunos puntos.
El “gran lago azul”, como lo definió el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, está situado al borde de la localidad industrial.
El inmenso hueco abierto por la mina de carbón durante 50 años de explotación se llenó en los últimos cuatro años con los aportes del agua del río Eume.
Le ley obligaba a Endesa a restaurar ambientalmente el espacio que ocupó la explotación, de la que se extrajeron unas 12 millones de toneladas de lignito pardo y que se cerró definitivamente el 31 de diciembre de 2007.
Unos meses después, en 2008, se inició el proceso de llenado que concluyó a mediados de abril.
En total, el lago acumula 550 millones de metros cúbicos de agua potable “de buena calidad”, que cumple con los parámetros exigidos por Augas de Galicia a través de continuas analíticas (semanales y mensuales), y donde ya se avistaron hasta tres especies distintas de peces que se han reproducido espontáneamente.
El presidente de Endesa, Borja Prado, acompañó al presidente de la Xunta y a los conselleiros de Medio Ambiente e Industria, Agustín Hernández y Javier Guerra, respectivamente, a un largo recorrido por el perímetro del lago, la playa artificial y la antigua escombrera, una montaña de 160 metros de altura sobre 720 millones de metros cúbicos de áridos reconvertida en un vergel con más 600.000 árboles plantados y 180 especies animales catalogadas por la Universidad de Santiago.
Prado destacó que para la empresa eléctrica que preside ayer fue “un día grande”. “Uno de los dos más importantes de la historia de Endesa”, matizó.
Definió el proyecto de regeneración como “ejemplar” y “objeto de estudio y envidia en el sector energético mundial”.
El proyecto de Endesa “copia” la solución que los ingenieros alemanes dieron a las antiguas cuencas mineras del este tras clausurar sus explotaciones, que reconvirtieron en pequeños lagos.
No obstante, Endesa señaló que el lago permitirá los usos lúdicos y turístico, pero también “industriales y energéticos”. En esta línea, fuentes de la empresa avanzaron que ya se inició el estudio de la utilización del lago para la generación de energía hidráulica a través de distintos sistemas que están siendo analizados.
El lago también cuenta con una gran playa artificial de unos 370 metros de largo y 30.000 metros cuadrados de arena en la zona más próxima a As Pontes, además de tres islotes artificiales.
Para proteger el lago de la erosión, a lo largo de todo el perímetro (18 kilómetros) se colocó una escollera de piedras. El lago es propiedad de Endesa y será cedido a la Xunta.
El presidente destacó el potencial turístico, deportivo y paisajístico del lago, para el que también se estudian nuevos usos de aprovechamiento energético.
Por su parte, el alcalde de As Pontes, el socialista Valentín González Formoso, manifestó que el lago es “hijo de la mina y de la historia” de una localidad industrial ligada a Endesa y a su central térmica.
