11º-16º
sábado | 4 mayo | 2024
Los buzos de Salvamento Marítimo se preparan en la zona del naufragio del barco pesquero en Cabo Peñas para realizar una inmersión que les permita comprobar las condiciones del mar y evaluar la posibilidad de acceder al buque, algo que hasta ahora ha sido imposible por el fuerte oleaje.
En la tarde de ayer, el oleaje impidió que los buzos pudieran sumergirse para tratar de acceder al barco, que se encuentra hundido en una zona de rocas, y en cuyo interior se cree que pudieron quedar atrapados los seis tripulantes que están desaparecidos.
Fuentes de Salvamento Marítimo han explicado que la operación se ve complicada por los "bandazos" que da el barco, de 35 metros de eslora, por el efecto de las olas.
La inmersión de los buzos también resulta "muy peligrosa" por la escasa visibilidad y por el hecho de que el barco está rodeado de aparejos y redes.
La escasa visibilidad también ha impedido por ahora que los helicópteros sobrevuelen la zona, aunque varias embarcaciones de Salvamento Marítimo y de la Guardia Civil han reanudado la búsqueda a primera hora de la mañana.
Los tripulantes que permanecen desaparecidos son los gallegos Lucas José Mayo Abeijón (marinero) y Manuel María Tajes (mecánico), ambos de Muros (A Coruña); el ovetense Marcos del Agua Chacón (alumno en prácticas); el contramaestre portugués Víctor José Farinhas Braga, y los indonesios Suherman (mecánico) y Wasito (marinero).
El único tripulante rescatado ayer con vida es el patrón Manuel Simal Sande, de 50 años y natural de Muros, quien fue ingresado en el hospital de San Agustín de Avilés con síntomas de hipotermia y policontusiones.
El operativo desplegado tras el aviso del naufragio dado por otro pesquero, a las 05.30 horas de ayer, recuperó los cuerpos sin vida del cocinero Manuel Indalecio Mayo Brea, natural de Muros, y el portugués Francisco Gomes Fragateiro, primer patrón de la embarcación.
