Las solicitudes de información de emigrantes o descendientes para retornar a Galicia están creciendo en relación a otros años, según datos de la Secretaría Xeral de Emigración. Son, en su mayoría, iberoamericanos, con estudios y, principalmente, mujeres.
De acuerdo con los datos facilitados, aumentan estas peticiones en relación a los programas de retorno en iniciativas como la feria de empleo de Buenos Aires y Montevideo o las sesiones informativas en Cuba, país del que destacan un “incremento grande de retornados” y otros países de América y Europa.
En cuanto al perfil, la mayoría son mujeres, un 53% frente a un 46% de hombres. “Cerca del 90% tienen menos de 65 años”, remarcan al apuntar a personas en edad laboral y la mayoría con estudios de rango medio. “Más del 30% son universitarios”, concretan.
En la ‘Estratexia Galicia Retorna’, la Secretaría Xeral desarrolla distintos programas como la oficina de asesoramiento, las ayudas al retorno emprendedor, para los que deciden iniciar un proyecto empresarial, las destinadas a familias o jóvenes, así como las medidas impulsadas desde diferentes departamentos autonómicos.
En cuanto a los requisitos, recuerdan que se comprueba si cuentan con la nacionalidad española y, en este sentido, destacan “un importante repunte en las solicitudes de certificados de origen y otros documentos que permiten demostrar la galleguidad tanto para acceder a la nacionalidad como para beneficiarse de algunos de los programas de retorno”.
Al respecto, Celso Domínguez Búa, presidente de la Asociación de Emigrantes Retornados Río Umia (AERU) explica que al principio el colectivo mayoritario eran “emigrantes retornados que ya llevaban años residiendo en España y que percibían sus pensiones del extranjero o que, una vez jubilados en su país de emigración, retornaban a su domicilio en Galicia”.
El perfil es el de personas iberoamericanas con estudios y en su mayoría, un 53%, son mujeres
“En la actualidad acuden a nosotros personas que retornaron en edad laboral de su país de emigración y que ahora se están jubilando, con el fin de que les ayudemos en todos los trámites para la reclamación de las pensiones, pero también contactan hijos o nietos de emigrantes con el fin de que les demos información de la documentación necesaria para el retorno”.
Junto a la documentación necesaria, apuntan que algunos solicitan información de ayudas económicas “o si luego aquí pueden percibir alguna”.
“Nosotros no podemos tramitarlas pero sí les facilitamos la información de la Secretaría Xeral de Emigración o incluso delegaciones en su país para que puedan contactar”.
Respecto a los trámites, explica que son lentos porque dependen del Consulado de España. “Si tienen el matrimonio o nacimiento de los hijos inscrito y tramitado DNI o pasaporte les es más fácil”. “Los emigrados en Cuba y Argentina se encuentran con el problema de que no cuentan con el certificado de nacimiento de los abuelos gallegos por lo que deben conseguirlo para luego acudir al consulado e iniciar los trámites”, expone también.
Mientras, María Teresa Bustamante, presidenta de la Asociación de Migrantes de Galicia (Amiga) ratifica este incremento.
“En 2019 la mayoría de las personas que llegaban a Galicia procedían de Venezuela, y en los dos últimos años se ha diversificado más el origen. En general, casi el 85% de las personas atendidas en Amiga son iberoamericanas”, añade. Por otra parte, explica que la Ley de Memoria Democrática aumentó el número de consultas relacionadas con la adquisición de la nacionalidad española”.
“Contrariamente a lo que quieren vendernos determinados grupos políticos, obtener en España un permiso de residencia y trabajo no es fácil”. “Hay que cumplir muchos requisitos, y, debido al colapso y falta de personal en las oficinas de Extranjería, los tiempos de resolución de los procedimientos son lentos” con una media de tres meses en Galicia.
Asimismo, expone que los de aquellos países de origen en los que se exige un visado para poder entrar “lo tienen aún más difícil, ya que los consulados y embajadas dificultan la concesión”. “De ahí que miles de personas traten de entrar por vía terrestre o marítima pagando mafias que los extorsionan, torturan o abandonan a su suerte”, apostilla.