Revolución viable

Revolución viable
rodri (d) se zafa de la presión de su excompañero franqueira javier alborés

 A quien más, quien menos, le llamó la atención la alineación del Cerceda: los nombres. A otros, un nuevo esquema que, tal vez, solo consiguieron descifrar una vez acabado el partido. Lemos salió con dos delanteros, con cuatro centrocampistas, sin extremos. Y le ganó al Compos. Revolución viable. Fue en un partido tenso (y no por acciones agresivas) en el que el respeto se apoderó de los dos equipos en el primer tiempo y en el que el único que quiso ganar en la segunda obtuvo el premio a la angustia.

Tras un acelerado comienzo en el que se olió peligro en las dos áreas, el encuentro tomó el carril del temor. Ninguno quería cometer un error que pudiera resultar fatal. Un Cerceda dispuesto a crear en zona de inicio se topaba con un Compos que, cuando recuperaba, agotaba en pocos segundos (y menos pases) sus ataques. De hecho, el guardameta Darío, que se estrenó en Liga ayer, pasó desapercibido.

Para desapercibido, el pichichi de Tercera. Joselu, totalmente desasistido por la ausencia de una fórmula que le permitiese recibir balones en condiciones, fue un espectador más. El ‘delantero TOP’ no disfrutó ayer.

El que sí disfrutó fue un tal Aitor Díaz. El ‘martillo’ del Cerceda le dio cuantas veces quiso con la cabeza. Y con el pie. Impecable. En cambio, su equipo no conseguía lo que, en teoría, pretendía. Cero remates entre los tres palos. Descanso. 0-0. Quizá, lo más destacado del primer tiempo, la lesión de Martín, el puñal compostelanista de banda izquierda. Kolman al campo.

César Otero, una de las caras nuevas en el Cerceda, pudo hacer el 0-1 con un remate de chilena en el área pequeña. El ‘6’, novedad en el centro del campo, completó un partido serio en el que, por fin, tuvo la oportunidad de olvidarse de la lesión que le persiguió durante meses. El eje rojiblanco ofreció y se ofreció.

El segundo tiempo estuvo marcado por un querer y no poder (nervios, tensión, exigencia) y un poder y no querer (pocos supieron cuál fue el patrón a seguir por el Compos ayer), ¿o acaso vivía pendiente de una genialidad? ¿Y si no llega? La sensación era de que le servía el empate.

El jugador de ataque más en forma del Cerceda (Marcos Remeseiro) dejó una nueva muestra de que tiene sentido (mucho) que porte el ‘10’ rojiblanco. Pase espectacular para el héroe de la jornada. Alberto Vía cogió el tren del gol. Se plantó ante Adrián Laureda y, con una sutil caricia, transportó el cuero a los brazos de la red. Vía Rápida, como lo conocen en Vimianzo (de donde es él), pudo anunciar que es jugador de Tercera División. La arriesgada apuesta a todo o nada sirvió para ganar. Y para respirar. ¿Hasta cuando? n

 

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