Los árbitros y los palos, decisivos

Los árbitros y los palos, decisivos
mía ordeig logró el único tanto en jugada anotado ayer por el barcelona fcbarcelona.cat

El Liceo tenía ayer una complicada misión en el Palau Blaugrana, y en esta ocasión fue eliminado, perdiendo así la posibilidad de conquistar su tercera Copa de Europa consecutiva. Título al que sigue optando un Barcelona que ayer lo tuvo todo a favor: la cancha, la inspiración y los árbitros (los portugueses Torres y Peixoto), que no utilizaron la misma vara de medir para los dos equipos.

Algunos datos objetivos para demostrarlo: tres faltas directas y dos penaltis para el Barcelona, y solo una falta directa para el Liceo; la única tarjeta azul del partido, para Xavi Malián; y con solo catorce faltas sancionaron al Barça por veinte al Liceo, doce de ellas en el primer tiempo.
A esto hay que unirle la enorme inspiración de los jugadores del Barcelona, que aprovecharon bien sus oportunidades, algo que no hizo el Liceo, que estrelló cuatro bolas en los palos.
Con todo, el encuentro empezó con enorme respeto entre los dos equipos.
El empate a dos de la ida hacían que ambos contendientes se tomaran el partido con calma, esperando su oportunidad.
Hasta que llegó un polémico penalti a favor del Barcelona, en el que Pablo Álvarez nota el contacto de Toni Pérez y cae al suelo. Marc Gual lanzó y anotó el 1-0.
El Liceo siguió jugando con tranquilidad, y gozó de buenas oportunidades. La mejor fue cuando Toni Pérez se quedó solo delante de Sergi Fernández, pero mandó la bola al larguero.
Pero poco después, Josep Lamas aprovechó un bloqueo de su hermano Eduard para lograr el empate a uno. Poco duró la alegría al Liceo que, sin darse casi ni cuenta, ya estaba en diez infacciones. Nueva oportunidad a bola parada para el Barça. Torra convirtió de manera magistral la falta directa (2-1).
Así acabó el primer tiempo y en el segundo el Liceo salió con más ambición. Y lo acabó pagando, ya que en el primer contragolpe que pudo hacer el Barcelona, marcó, gracias a Ordeig (3-1). Lucas tardó poco en reducir las diferencias gracias a un valiente disparo lejano (3-2), y después se plantó solo ante Sergi Fernández, pero erró. Lo mismo que Josep Lamas en la única falta directa que tuvo el Liceo. Quien no falló fue el cuadro azulgrana gracias a un nuevo penalti, con expulsión posterior a Malián por moverse (ambas discutibles). Gual marcó frente a Aitor Prada para lograr el 4-2.
Poco después llegó la decimoquinta falta del Liceo, y otra vez Torra anotó (5-2), que dejó el partido sentenciado.
El tanto de Toni Pérez en el último minuto puso en 5-3 definitivo en el marcador.
Los coruñeses ya piensan en el próximo partido de la OK Liga, el sábado ante el Voltregá.

Los árbitros y los palos, decisivos

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