Procesado por abusar de su pareja y un hijo menor en sus recaídas en el alcohol

El juzgado llegó a prohibirle residir en Sigüeiro para evitar que se cruzase con su pareja y los dos hijos de ella, después de varias denuncias de la mujer por abusos sexuales. E incluso así, el hombre llamado a juicio el próximo lunes en la Audiencia de A Coruña logró entrar en su antigua vivienda una última vez. Lo hizo en octubre de 2005 con el pretexto de recoger sus enseres, pero cuando la Guardia Civil llegó, alertado por la denunciante, lo encontró metido en uno armario de la casa, con varios cortes en las muñecas.

No murió, y ahora tendrá que enfrentarse a acusaciones por varios delitos de agresión sexual –sobre su expareja sentimental y uno de sus niños–, quebrantamiento de medida cautelar y amenazas, que pueden costarle algo más de 20 años de prisión y 24 de alejamiento. Así lo pide la Fiscalía, que pese a solicitar una pena más elevada –de 24 años y dos meses– establece en 20 el tiempo máximo de cumplimiento.

 La Guardia Civil lo encontró metido dentro de un armario de la casa de ella con cortes en las muñecas

Alteración psíquica > El escrito de acusación vincula a conducta del acusado con su adicción al alcohol y sus recaídas en el tratamiento de deshabituación que seguía y, en ese sentido, estima que debe considerarse que sufre una alteración psíquica que le hace parcialmente inimputable.

En ese contexto sitúa las primeras agresiones que, según sostiene, sufrió su pareja desde mayo de hace siete años, tanto en el domicilio que compartían en Santiago como en el local de hostelería que ella regentaba. Según el fiscal, en al menos dos ocasiones llegó él a ponerle un cuchillo al cuello y exigirle que le hiciese una felación, una vez en cama y otra en la cocina del establecimiento.

Esos ataques dieron pie a una denuncia, por la que el hombre estuvo recluido dos meses. Al salir en libertad, señala el escrito de acusación que volvió a residir con la familia, esta vez en Sigüeiro, y que fue allí donde sufrió los ataques el menor de los hijos de ella, en otra de las recaídas del tratamiento contra el alcoholismo, y también ella.

Según consta en el escrito de conclusiones del Ministerio Público, al menos dos veces durante la convivencia le pidió al niño que “se la chupase” y, al negarse, fue él quien realizó al pequeño esa misma práctica sexual.

Procesado por abusar de su pareja y un hijo menor en sus recaídas en el alcohol

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