Un incendio en un piso de O Ventorrillo se salda con cuatro intoxicados por inhalación de humo

A las diez y media de la mañana se declaró un incendio en una vivienda de la calle de Luis Huici, situada detrás del centro de salud de O Ventorrillo. El fuego, que comenzó en el salón de un octavo piso, calcinó la sala y provocó intoxicación por humo a cuatro personas. Una de ellas, una mujer de avanzada edad, sufrió quemaduras cuando tratar de aparcar el fuego con sus propios medios..
Según una vecina del inmueble, el fuego lo habría provocado  un descuido de la nuera de la propietaria de la vivienda: en el momento de los hechos se encontraba allí la septuagenaria, su hijo y su nuera. Esta última se encontraba en el salón, examinando un mueble que acaba de ser tapizado. Según relató una vecina, la mujer decidió eliminar unos hilos que colgaban de la tela utilizando un mechero para quemarlos. Cuando terminó, abandonó el salón y se dirigió a la cocina. 
Lamentablemente, uno de los hilos no se había apagado completamente y se convirtió en la mecha que luego hizo arder el mueble. Ninguno de los ocupantes de la casa se dio cuenta de nada hasta que fue demasiado tarde. Hay que destacar que los propios bomberos no pudieron confirmar este extremo y creyeron que el origen podía ser eléctrico: “Cuando lo apagamos, el salón estaba demasiado quemado”.  
Los vecinos evacuaron 
La primera dotación de bomberos llegó rápidamente, pero para entonces ya se encontraban en en lugar efectivos de la Policía Local y de la Nacional, que se encargaron de evacuar a los afectados. Como el incendio se había producido en un octavo piso, la nube de humo se concentraba en el recibidor de la última planta, de manera que la escalera estaba despejada y la nube tóxica producida por el material ardiendo no se extendió a otras viviendas. Sin embargo, fueron muchos los residentes del inmueble los que decidieron abandonarlo y esperan en la calle al final de las labores de extinción.
Según explicaron los bomberos, la septuagenaria había sufrido quemaduras cuando intentó apagar el incendio, pero pronto se dieron cuenta de que había crecido más allá de su control y llamaron a los servicios de emergencia. Igualmente, sus vecinos del piso de enfrente también trataron de ayudarles, e inhalaron humo, así que tuvieron que ser atendidos por Urgencias Médicas, aunque ninguno de ellos presentaba u pronóstico grave en un primer examen 
Los bomberos tuvieron que trabajar durante hora y media para conseguir apagar el fuego. “Fue necesario enfriar la habitación y luego ventilarla, pero los daños se limitan al salón, que habrá que reconstruir”, señalaron desde el parque de A Grela. 
A primera hora de la tarde, los afectados no habían regresado todavía a sus hogares. 
En ligero descenso 
A pesar de que casos como este ponen de manifiesto la importancia de las medidas de precaución, el número de incendios domésticos se redujo durante el año pasado con respeto a 2016, pasando de 247 a 229. Por otro lado, manteniendo el énfasis en la prevención, en octubre, los bomberos comenzaron una campaña para instalar 110 detectores de humos conectados telefónicamente con el parque de A Grela en hogares con personas mayores, que son el colectivo más vulnerables a los incendios domésticos.
Que se sepa, estos dispositivos ya han permitido evitar tres incendios. En dos de esos casos se trataron de verdaderos fuegos y el tercero fue más bien un conato. Por eso la Concejalía de Seguridad Ciudadana anima a la Tercera Edad a usar estos aparatos.