Las farmacias alertan de que la falta de stock de medicinas es continua

Las farmacias alertan de que la falta de stock de medicinas es continua
Los mayores polimedicados se encuentran sin sus dosis y al no tener opción “b” los derivan al médico | aec

Desde el Colegio Oficial de Farmacéuticos de A Coruña (COFC) alertan de que cada vez hay un mayor desabastecimiento de medicamentos. Su vicepresidenta Marga Muñoz explica que es  continuo el goteo de ciertas medicinas, “unos van, otros vienen y es un no acabar”. En general, asegura que es un problema de salud para los clientes cuando no hay un genérico que lo sustituya. 
Cuenta la experta que es el caso del Adiro 100 mg, que se le receta a enfermos cardiovasculares para que les fluya la sangre. Les entra puntualmente, “puede llegar uno a la semana, a veces dos”, pero su falta en España lleva a los farmacéuticos a una situación de incapacidad al otro lado del mostrador. No pueden hacer nada más que remitirlos al médico para que les prescriban otro en su lugar: “Si vienen a comprarlo con las pastillas justas, se produce un desajuste porque entre que les dan vez y los consultan pasan días, un tiempo en el que no hay control de la enfermedad”. Una vez que prueban con una alternativa, los pacientes tienen un período de adaptación con la nueva molécula. 
Por eso, Marga sostiene que la escasez se convierte en problema cuando se trata de personas mayores y polimedicadas. Señala que muchas veces no se sabe el origen de la ausencia, puede ser una rotura de stock, que calculan mal la demanda o que al derivar a todos al genérico, este último se quede sin reservas. A los que estaban medicándose con Adiro 100, por ejemplo, les dieron ácido acetilsalicílico de 100 miligramos: “De momento hay”, pero al aumento de consumidores –comenta– hay que sumarle que los nuevos se hacen con varias cajas para asegurarse que lo tienen. 
Aquí también entran en juego los intereses de las grandes firmas, que optan por distribuir más mercancía a países donde sus productos se cotizan más. 
En el local de Marga, el Adalat Oros 30 mg, diagnosticado para la hipertensión, no lo despachan desde agosto. Sobre la escasez del Dalsy, recetado en niños y que contiene ibuprofeno como principio activo, la farmacéutica no le da importancia porque hay un genérico que soporta su falta si bien no tiene ese sabor de naranja que tanto les gusta a los pequeños: “Es que es un medicamento”, por lo que tiene solución. 
Por otra parte, desde los colegios oficiales impulsaron el Cismed, que es un sistema donde registran el suministro de medicinas. Lo detectan en tiempo real y con este documento actualizado, los gobiernos pueden actuar o no: “Si después hablan con los laboratorios lo deconocemos”, indica Marga. l

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