El comercio y la hostelería dudan del negocio de los cruceros que en Ferrol aprecian cada vez más

El comercio y la hostelería dudan del negocio de los cruceros que en Ferrol aprecian cada vez más

El turismo de cruceros es apreciado por los comerciantes y hosteleros coruñeses pero advierten de que los ingresos que generan los pasajeros no son la panacea ni hacen repuntar los ingresos en gran medida. Por contra, en Ferrol el sector servicios destaca este tipo de turismo como una parte importante de la caja los días en los que un buque amarra en el puerto.
El muelle de transatlánticos recibió ayer la visita del “MSC Splendida”, propiedad de la naviera MSC, con 3.274 viajeros a bordo. Aunque los cruceristas sí bajaron a descubrir el centro, lo cierto es que al ser un punto al inicio del itinerario del buque el gasto no fue tan positivo como les gustaría a los empresarios. A nivel global tanto el comercio como la hostelería defienden el tráfico de cruceros en A Coruña, si bien aseguran que en la práctica deja unos ingresos reducidos en cada establecimiento. 
“Se nota la gente que tiene todo incluido en el barco y la que no, que es un 10%, porque es la que come en la ciudad y realiza un gasto superior”, destaca el presidente de los hosteleros de La Marina, Antón Sáez. A pesar de estar en primera línea para captar a los extranjeros, comenta que la gran mayoría “llena toda la terraza pero solo consume una cerveza o un café”. 
Entiende que los turistas que llegan por mar crean “más ambiente” y que son importantes por el cómputo global del retorno económico, pero considera que a la hora de hacer balance de manera individual “no hay tantos ingresos”. “Pueden ayudarte un poquito más en esos días en los que vienen”, simplifica Sáez. El presidente de la Asociación de Comerciantes de la Ciudad Vieja (Aceca), Adolfo López, también representa a un colectivo ubicado en un lugar privilegiado y coincide bastante con la teoría de su vecino. 
“No son la panacea pero a la hora de medir si compensan o no influyen muchas cosas como si bajan o suben al puerto de origen”, analiza, y recalca que también tiene mucha importancia el número de personas que viajan dentro. “Un crucero se nota a partir de las 2.000 personas”, estima. Los que siempre salen beneficiados son algunos estancos cercanos al muelle, las farmacias o los grandes supermercados donde la tripulación hace sus compras para el día a día. 
“Algo vendes y ayudan, nadie está en contra e incluso se modifican los horarios para adaptarlos a los transatlánticos, pero no suponen tanto”, razona. 
Por contra, sus homólogos en Ferrol señalan como algo muy positivo el atraque de transatlánticos en el muelle de Curuxeiras. Una posible explicación es que la ciudad vecina cuenta con una menor afluencia de público y de turistas a lo largo de todo el año y todas las visitas aportan beneficios –incluidas las de los cruceristas–, por reducidos que sean, que permiten mantener abiertos muchos de los locales. 
El propio responsable de la Terminal de Cruceros coruñesa, Luis del Moral, puntualizaba en una entrevista a este diario que dejan mucho dinero externo, pero con la suma de pequeñas cantidades en diversos negocios. El cálculo es que el gasto medio de cada pasajero es de 54 euros.

El comercio y la hostelería dudan del negocio de los cruceros que en Ferrol aprecian cada vez más

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