Cañete defiende que los vigilantes se vieron desbordados por los jóvenes

 El presidente de la asociación provincial de hosteleros, Héctor Cañete, defendió la actuación de los dueños de los establecimientos en la madrugada de fin de año. “Creo que está claro que su intención era que no pasara nadie”, manifestó. En opinión de Cañete, es obvio que el personal de seguridad se vio sobrepasado por la gran cola de gente furiosa que tenían enfrente de ellos y no pudieron evitar que algunos entraran.
Según el representante de este colectivo, es obvio que los menores que entraron lo hicieron sin autorización porque cuando los policías municipales los localizaron en el interior del establecimiento descubrieron que ni siquiera tenían entradas.
“Hay que recordar que si se ha armado precisamente todo este escándalo es porque los hosteleros no querían dejar entrar a los menores. Por eso esperamos que las autoridades responsables no sean muy estrictas”, concluyó Cañete,