Belas Artes engorda sus fondos con una de las piezas más emblemáticas de Manuel Vilariño

Belas Artes engorda sus fondos con una de las piezas más emblemáticas de Manuel Vilariño
El museo presentó ayer la pieza monumental

El museo de Belas Artes engorda sus fondos con una pieza monumental de Manuel Vilariño. Se titula “O paraíso fragmentado” y es, sin duda, una de las más emblemáticas, que hace que el museo dé un paso al frente en el campo de la fotografía contemporánea. Con la creación, entran por la puerta sus indagaciones sobre el conocimiento. Su visión de lo que es triste y bello. Y el tonteo con la vida y la muerte. Que se degusta al mismo ritmo que lo pide la poesía.
Manuel Vilariño dice ser un hermeneuta del silencio. Y el silencio rodea a un pájaro muerto que mira hacia arriba o a uno ahorcado. Dibujando una línea vertical.
El Premio Nacional de Fotografía en 2007 coloca una de sus creaciones más reconocidas en su ciudad en la que apenas expone y en la que llegó a decir que prefiere vivir también en silencio. Del que se adentra en el bosque que colinda con su salón para recoger símbolos, que no están puestos al azar, ofrece a sus vecinos un paraíso partido, que es un collage de grandes dimensiones donde 15 instantáneas iguales y asociadas entre sí componen el todo.
Señalan desde Belas Artes que podría parecer abstracta, pero, en realidad, maneja los elementos que se repiten en su carrera. Están los animales muertos y manipulados. Él los conecta en cuadrículas con otros objetos que están por su estética y que invitan a la reflexión. Sobre la vida, los ciclos vitales y el sentido del tiempo.
Y es que él encuentra las respuestas en la naturaleza. A fuerza de observarla, va despejando las “x”. El secretario xeral de Cultura, Anxo Lorenzo, explicó ayer en la presentación, junto a la directora del centro, Ángeles Penas, que al valor decisivo de la pieza, hay que sumarle “a oportunidade que nos brinda o seu autor ao mostrar neste museo unha das obras máis emblemáticas e significativas da súa traxectoria profesional”. Su presencia es un aval a la incipiente colección de imágenes, para la que Penas anunció nuevas incorporaciones firmadas por los principales referentes gallegos.
El depósito vino acompañado de las palabras del crítico de arte Fernando Castro, que lleva acompañando al artista desde hace años y que compartió su visión con el público. Además, también introdujo la obra en cuestión y el universo fotográfico del coruñés. Con su construcción del edén, Belas Artes corta la cinta y deja entrar a la señora instantánea.

Belas Artes engorda sus fondos con una de las piezas más emblemáticas de Manuel Vilariño

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