Angela Meade ofrecerá el sábado a las 20.00 horas en el Palacio de la Ópera su primer concierto con orquesta en España, dentro de una programación lírica que hará que el espectador se monte, esta vez, en una montaña rusa de emociones con la estrella del Metropolitan de Nueva York.
Arropada por la OSG, la joven soprano norteamericana saltará de Verdi a Bellini, pasando por Donizetti, Boito, Granados y Wagner, entre otros, para cantarle al amor “y a lo que uno es capaz de hacer, desde asesinar a volverse loco. Reflexiona sobre cómo lo sufrimos y expresamos”. Las arias que sonarán son sus favoritas, donde mejor acomoda su voz e interpreta, en esta ocasión, sin más atrezo que su voz y la capacidad para transformarse y meterse en el cuerpo de roles tan distintos: “Es diferente a una ópera en la que entras y sales, por eso traté que se dieran una aria muy dura y otra más suave, dura, suave...” en un desfile de personajes, “cada uno con sus circunstancias y unas características psicológicas por la situación que está viviendo”.
Cuando estos tienen tanto peso, dice la cantante, no hace falta vestuario ni escenografía, “porque lo que transmiten llega”.
Después de protagonizar “Il Trovatore” y “Ermione”, la estadounidense regresa para seguir regalando su fuerza vocal a un público que tilda de caluroso y apasionado porque “no se trata de actuar en el Metropolitan o en el Palacio de la Ópera” para sentirlo y hacerlo en un momento óptimo para la lírica, “hace años hubo un bajón pero en la actualidad se aprecia”. Llena teatros, con títulos donde muchos directores de escena deciden imponer una idea por encima de la música: “Cuestionan aspectos que deberían ser intocables”, asegura, cuando la música es cosa del que maneja una batuta: “Deberíamos volver a los 50 con la distribución que se hacía entonces”. Antes no tenían tanto poder las cuestiones escenográficas y las melodías estaban en un primer plano, no se relegaban.
Y es que Meade señala que cuando va como público “quiero escuchar a los mejores cantantes como cuando uno va a las Olimpíadas buscando ver a los que más destacan”. Si tuviera que elegir, Angela cree que Norma engloba toda su personalidad vocal, aunque disfruta mucho haciendo de Ana Bolena y Ermione y aspira a cantar a Strauss y ser Rosa en Cabalier. La soprano que fue dirijida en su primera vez en A Coruña por Zedda indica que “gente como él hay que cuidarla. Son maestros capaces de multiplicar el talento de cada uno”. l