“El esmoquin te lleva a ser mejor y más atractivo”, asegura Arturo Fernández

Al contrario de lo que afirma el título de la obra, Arturo Fernández confesaba ayer que los hombres practican el arte de la mentira más que las mujeres. O por lo menos lo hacen peor. Porque caen en los engaños más tontos y no tienen en cuenta que la memoria les falla. Entonces se acaban por liar ellos solos. En cambio, contaba el intérprete, las mujeres mienten de forma sibilina y acuden a la disculpa de “vengo de la peluquería”. Que es como tocar casa en la pilla.

El veterano actor está desde ayer metido en un nuevo enredo. Nuevo porque cada función, dice, es diferente. Así es que “Los hombres no mienten” regresa al Colón para los que no pudieron verla en 2011 en un mano a mano con Sonia Castelo, que se identifica con Campanilla en Peter Pan, y Carlos Manuel Díaz. Dos compañeros que hacen que Arturo salga al escenario muy motivado para hacer una comedia con récords de asistencia de público hasta el punto de que tuvieron que colgar el cartel de “no hay localidades para toda la semana” durante mes y medio.

En ella, el asturiano viste esmoquin, una prenda de la que asegura, “te lleva a ser mejor y más atractivo” y todo huele a Chanel nº5. Es en este clímax donde el público se siente cómodo, encantado de ahondar sobre una infidelidad aunque sea ficticia porque “¿quién no ha sido infiel alguna vez?”, preguntaba el galán. Por eso, le da una “segunda oportunidad” a la ciudad y se instala hasta el martes para ofrecer sesiones a las 20.30, menos hoy que habrá doble función a las 19.00 y 22.00 horas. Cuando los cuernos solo se deben contar si son de cintura para arriba, apuntaba.

ajustes

Lo hace al lado de una gallega como Sonia Castelo, que decía ayer estar orgullosa del producto audiovisual que salía de su tierra, y en un momento previo a la subida del IVA, una medida que no afectará a los espectáculos de Arturo porque el empresario no tiene pensado aplicar: “Te tienes que ajustar a las circunstancias” ya que “no puede pagar el público las consecuencias”.

Fernández recordaba que lleva 51 años con su compañía sin recibir una subvención porque de hacerlo, no podría hablar tan abiertamente. Para el protagonista de “Los hombres no mienten”, “cuando te dan dinero, te descuidas”. Por eso, está orgulloso de estar al margen y seguir haciendo reír con la fórmula del eterno galán. En un momento que para él nada tiene que ver con lo vivido –dos guerras y dos posguerras–, entiende esta crisis como una broma, cuando tuvo que esperar colas de cuatro y cinco horas por un trozo de pan negro. Lo que ocurre, decía, es que ahora lo que falta es el amor y la recesión afecta a los valores. n