Para los usuarios coruñeses del tren el infierno tiene un nombre diferente al usado por la religión: julio. Y es que, aunque guardan varios paralelismos –todos relacionados con las altas temperaturas– los viajeros en tren que a diario utilizan este transporte para estudiar o trabajar, ven en este séptimo mes del año todo un abismo, el fin de las bonificaciones de transporte. Por ello, desde hace unos meses hay un aspecto que corre de boca en boca en la estación herculina, la llegada del billete único, “unha tarifa accesible económicamente que permitiría democratizar o acceso ao tren” para más de siete millones de viajeros que, durante este 2024, utilizaron A Coruña como origen o destino de sus viajes.
Así define la Plataforma de Usuarios de Media Distancia de Galicia la nueva implantación de este método, aún sin fecha, pero que ve su horizonte en 2026, año en el que está previsto que finalicen las obras de la Intermodal de A Coruña. “O billete único, que está estudiando o Goberno para a súa implantación, ten varios beneficios para os usuarios. Por un lado, sería unha tarifa integrada que permitiría a mobilidade entre diferentes modalidades de transporte. Actualmente, hai que coller un billete de tren, un de bus interurbano e despois un de bus municipal. O ideal sería nun único formato poder compatibilizar os tres”, comentan.
Y es que el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana anunció a principios de año que se encuentra trabajando en el desarrollo de este proyecto. Óscar Puente afirmó que se trata de una tarjeta única que abarcará todos los medios de transporte en todo el territorio nacional. “Es algo que tiene Alemania, que tiene sus ventajas y desventajas y fallos que nos permiten aprender”, explicó el ministro. Según Puente, esta medida no solo facilitará la movilidad de los usuarios, sino que también permitirá una gestión más eficiente de los recursos y un enfoque renovado hacia la calidad y mejora del transporte público.
Como advirtió el ministro, el objetivo es utilizar lo que en países como Alemania lleva funcionando varios años. En el caso germano, por ejemplo, se implementó en 2022 con un coste inicial de nueve euros al mes. Tres años más tarde, la tarifa mensual subió más de un 500%, hasta los 58 euros actuales. En Alemania, utilizan este abono mensual más de 17 millones de personas, prácticamente una quinta parte de los 84,4 millones de habitantes del país.
Así, el billete único permite utilizar sin límites autobuses, metros y trenes de cercanías o regionales por todo el país, con la excepción de los ferrocarriles internacionales de larga distancia o los de alta velocidad, los ICE.
Uno de los testigos que vivió de primera mano las ventajas de este tipo de medidas en el país germano es Marcos Gutiérrez, un estudiante coruñés que realizó una estadía de diez meses en Leipzig por una beca Erasmus. “Para mí es muy eficiente, sobre todo, por la flexibilidad, saber que si te tienes que bajar más adelante o más atrás puedes hacerlo porque ya tienes el abono comprado. En Alemania esos 58 euros los amortizas”, apunta Gutiérrez.
De todas maneras, el precursor en Europa de esta medida no fue Alemania, sino Austria. Y es que fue en el año 2021 cuando el país austríaco lanzó el denominado ‘billete climático’, una forma de hacer el transporte público más atractivo. Allí, el precio es de 949 euros año (unos 79 al mes), y permite usar todos los medios de transporte público del país. Además, por 110 euros más al año se permite a los usuarios viajar con hasta cuatro niños.
En España este billete único –que según la propuesta de Greenpeace oscilaría entre los 30 y los 49 euros al mes– todavía se encuentra en fase inicial, aunque se deberán tratar diferentes aspectos. Por un lado, es de vital importancia la colaboración entre administraciones para el uso del transporte público en cada comunidad, un aspecto que no se está tratando para el fin de los abonos gratuitos y que los usuarios urgen para los seis meses que restan del año sin ayudas para el tren con el fin de “buscar soluciones reales para el fin de las bonificaciones”, explican.
No obstante, no en todas las comunidades del país afectaría de la misma forma. En Galicia, por ejemplo, la implantación de este billete único siguiendo el modelo alemán sería algo parecido a un abono del Eje Atlántico, además de estar incluido el servicio de bus interurbano y urbano. Según fuentes ferroviarias, este abono permitiría a la región un gran incremento en el uso del tren. Y es que a lo largo de este 2024 el Eje Atlántico ya se ha consolidado como el corredor más utilizado de España, con 5,3 millones de viajeros durante el año 2024. Además, otros trayectos como el A Coruña-Ourense, se ha situado como el cuarto trayecto de España más utilizado, con más de millón y medio de viajeros durante el pasado curso 2024.
Está claro que dependiendo de la dimensión de la urbe afectará de una forma u otra. Sin embargo, en lo que A Coruña se refiere, será una buena forma de poder prolongar un sistema parecido a los abonos gratuitos bonificados por el Ministerio, algo que ha permitido desde 2022 viajar de forma gratuita –previo pago de 20 euros por cuatrimestre– desde varios puntos de Galicia.
Así, este billete de único es cosa del futuro. Actualmente los viajeros recurrentes se encuentran en una situación de incertidumbre e inestabilidad total. Y es que, desde el próximo 30 de junio, los usuarios que viajen diariamente en el trayecto A Coruña-Santiago, tendrán que bonificar un total de 105,6 euros al mes, con el descuento del 40% aplicado.
Los usuarios recurrentes se sienten vulnerables ante esta situación. Además, ponen el foco en el alejamiento de las gerencias en Galicia de las necesidades de los usuarios de tren con constantes muestras de “falta de anticipación, comunicación y de transparencia, y elevados niveles de incertidumbre y resistencia al cambio, perjudicándonos personal, social y laboralmente”.