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viernes | 19 abril | 2024
Este año 2022 será recordado como uno de los más extraños en lo que a siniestralidad se refiere. Por un lado, ha sido tremendamente trágico, con siete muertos en las calles y carreteras coruñesas, una cifra inusualmente alta. Por otro lado, el número de accidentes se mantiene relativamente bajo, así que las fuentes municipales consultadas consideran que será posible finalizar 2022 con una cifra de siniestros por debajo de los 800, lo que supondría todo un hito para A Coruña, sobre todo teniendo en cuenta que se ha recuperado la movilidad.
En efecto, hay que tener en cuenta que a principios del año pasado todavía se experimentaron restricciones debido a incrementos puntuales en el número de contagiados de covid-19, lo que explica el bajo número de accidentes contabilizado (819). Por lo menos, en parte. De cumplirse las expectativas, 2022 podría ser el año de menos accidentes de tráfico de la serie histórica de la memoria de la policía Local, puesto que los accidentes registrados en A Coruña suelen rondar el millar al año.
Esto cambió a partir de 2020 cuando, debido a la pandemia, el número de siniestros se desplomó, aunque no tanto como pudiera pensarse. Pasó de 947 en 2019 (el último año que la Policía Local utiliza como referencia) a 695. Es decir, casi un 27%. Por supuesto, 2021, a medida que recuperaba la movilidad, también vio un esperado aumento de los accidentes, pero solo de un 17%.
En parte, esto puede deberse a que A Coruña es ahora (como todas las ciudades españolas) una Zona 30, y la reducción del límite de velocidad suele reducir también los atropellos y colisiones. Al Gobierno local le gusta también hacer hincapié en el crecimiento de las zonas peatonales y el uso de otras formas de movilidad, como la bicicleta o el patinete, que cada vez están más en uso, además de los últimos efectos de la pandemia.
Pero, aunque es posible explicar esta tendencia descendente en la siniestralidad, no hay ninguna explicación detrás del gran número de accidentes mortales que se han registrado en lo que va de año: nada menos que siete, lo que es mucho más de lo que suele darse en A Coruña, ciudad en la que ha transcurrido algún año sin una sola víctima mortal por accidente de tráfico. Los expertos consultados lo consideran una anomalía estadística.
El último accidente mortal tuvo lugar el 30 de julio: J.C.S.S., un hombre de 48 años que circulaba por la carretera de Bens hacia A Coruña, se estrelló contra un árbol a la altura del mirador de San Pedro de Visma. El día 15 de ese mes había muerto una motorista de 44 años horas después de estrellarse en la mediana de la avenida de A Pasaxe, a la entrada del túnel de Os Castros.
En marzo, el día 6, un ciclista de 36 años se estrelló contra un portal en Almirante Mourelle y, solo dos semanas más tarde, un joven de 23 años que viajaba de copiloto en un coche en Bens se estrelló contra un poste de hormigón. En abril, un motorista de unos 40 años se estrelló contra una señal y murió en la carretera de Baños de Arteixo a la altura del Centro Comercial Marineda City. El siete de mayo, un hombre de 55 años fue atropellado cuando cruzaba el Paseo Marítimo a la altura del Millenium. Finalmente, el treinta de junio, en la calle de San Andrés, el autobús de línea 11 se llevó por delante a una pareja que cruzaba la vía fuera de paso. El choque envió a la mujer de unos 50 años contra los bolardos.
