Reportaje | La ‘revolución’ de la cirugía robótica cumple veinticinco años

El doctor Busto Martín, urólogo, es uno de los introductores del sistema Da Vinci en la comunidad gallega, realizando cirugías robóticas en el Hospital HM Modelo de A Coruña desde el año 2015. Formado en Burdeos y Hamburgo, repasa las claves de una tecnología ‘revolucionaria’ pero, al menos de momento, de coste elevado
Reportaje | La ‘revolución’ de la cirugía robótica cumple veinticinco años
El doctor Busto Martín opera en el HM Modelo desde 2015

Este 2024 se celebran los veinticinco años de la aprobación por la FDA (Administración Americana de Alimentos y Medicamentos) del sistema robótico Da Vinci de la empresa Intuitive Surgical (California). Toda una revolución en el campo de la medicina y más concretamente en el mundo de las operaciones mínimamente invasivas que, coincidiendo con este 25 Aniversario, analizamos con el doctor Busto Martín, urólogo. 

 

Robot
Operación con el robot Da Vinci en el HM Modelo de A Coruña


Desde la primera cirugía realizada con un prototipo en 1997, hasta la actualidad, esta tecnología se ha ido incorporando progresivamente en la práctica médica mundial y, en este momento, son al menos ocho los sistemas robóticos disponibles en Galicia, cuyo coste por unidad ronda los 2 millones de euros. 
 

Tras completar su residencia MIR en el Complexo Hospitalario de A Coruña, continuó su formación en Burdeos para aprender la técnica de la cirugía robótica de las manos del profesor Gastón, considerado uno de los padrinos de la cirugía mínimamente invasiva en Urología. Después, se trasladó a la Martini Klinik de Hamburgo, el centro de referencia mundial en cáncer de próstata y donde más cirugías de este tipo de tumor se realizan en el mundo. Unas 2500 intervenciones anuales y, más de la mitad de ellas, robóticas.  

 

¿Cuándo comenzó a emplearse la cirugía robótica?
En 1997 se realizó con un prototipo del Da Vinci la primera cirugía asistida por robot que fue la extracción de una vesícula biliar.  Progresivamente fueron surgiendo casos sueltos de distintas especialidades como por ejemplo para realizar un bypass coronario en cirugía cardíaca en 1999 o lobectomías pulmonares en cirugía torácica en el año 2002. En mi especialidad se empezó a emplear en el año 2001 para extirpar tumores de próstata, riñón y vejiga entre otras patologías.

 

¿En qué consiste y en qué casos puede utilizarse?
Todos los sistemas robóticos que actualmente existen (ya que hay nuevas marcas comerciales que intentan incorporarse al mercado) son sistemas manejados por el cirujano de forma informática que se componen de tres elementos: unos brazos robóticos, que emplean pinzas similares a las empleadas en laparoscopia, pero que tienen mayor rango de movimientos; una consola para el cirujano que permite mover esos brazos y muestra la imagen con visión en 3D, y una pantalla para que pueda ver el ayudante. 

Las cirugías asistidas por robot se pueden emplear en casi todas las especialidades quirúrgicas y diría que es utilizable para todos aquello casos que puedan ser realizados por cirugía laparoscópica convencional u otros que requieran la realización de suturas complejas en sitios poco accesibles.

 

¿Qué ventajas tiene? 
Las ventajas para el paciente en principio son las mismas que la cirugía laparoscópica, ya que ambas son mínimamente invasivas. Es decir, menos anestesia/analgesia; menor pérdida de sangre; menos trauma para el organismo; menor riesgo de infección; hospitalización más corta y recuperación y vuelta a las actividades diarias y al trabajo más rápida.
Con respecto a las ventajas para el cirujano, la cirugía asistida por robot ofrece claras ventajas incluso frente a la laparoscopia, desde una mejor coordinación manos-ojos a una menor limitación de los movimientos manuales, pasando por una mejor ergonomía al momento de realizar la cirugía y una mayor facilidad para realizar suturas complejas

 

¿Cómo es su funcionamiento?
Tras realizar una colocación de los distintos instrumentos dentro del paciente a través de cinco pequeños orificios al igual que se realiza en la laparoscopia, el cirujano se sienta en la consola del robot. Desde esta consola el cirujano puede manejar todos los brazos del robot (cámara, y otros tres brazos robóticos y realizar así el procedimiento de la misma forma que lo realizaría con cirugía laparoscópica, pero con una mejor visión y mayor libertad de movimientos.

 

¿Qué conocimientos y experiencia por parte del doctor requiere su uso?
Al igual que todos los aparatos, estos sistemas necesitan unos cursos de formación específicos para conocer su manejo, y dichos cursos son impartidos por la propia casa encargada de comercializar cada sistema. En general tienen un manejo muy intuitivo, con visión en tres dimensiones y un manejo similar a una consola de videojuegos,  y todo ello hace posible simplificar la curva de aprendizaje de cirugías mínimamente invasivas. En mi opinión, lo más importante es que la extirpación del órgano se realice de forma precisa, intentando respetar en lo posible el tejido sano. Para ello el robot nos ayuda, pero lo más importante es conocer la anatomía y la experiencia quirúrgica personal de cada cirujano, ya que el robot no tiene autonomía propia y corta o coagula únicamente lo que nosotros decidimos. 


¿Qué tipos de robot existen?
De estos sistemas existen principalmente dos tipos de robot: los de brazos múltiples o ‘multiport’, robot clásico, que tiene cuatro brazos (Da Vinci SD,Si,Xi,) y los de brazos únicos, uniportal o ‘single port’, que tienen un solo brazo del que salen tres pinzas y la cámara, y existe desde 2018 (Da Vinci SP) En los últimos años han aparecido diferentes casas comerciales con nuevos y originales sistemas, como el Hugo de Medtronic o el Shurui, de origen chino, pero de momento la casa Intuitive Surgical (creadora del sistema Da Vinci) es la que domina el mercado.  Esperemos que los otros sistemas vayan mejorando y que en el futuro pueda haber un mercado más competitivo para poder ir reduciendo costes sin sacrificar la funcionalidad.

 

¿Es tan diferente el postoperatorio al de una cirugía común?
Todas las cirugías mínimamente invasivas reducen de forma significativa la pérdida de sangre, el riesgo de infección, el dolor postoperatorio y con todo ello suele reducir también el tiempo de hospitalización al menos en uno o dos días. Adicionalmente, al tener menor trauma en los tejidos, la recuperación es más rápida y uno se puede incorporar a sus actividades cotidianas algo antes que son la cirugía clásica.

 

¿Considera la cirugía robótica uno de los avances más importantes en el ámbito de la urología? 
Supongo que en otras especialidades quirúrgicas la situación será similar, pero en urología la incorporación de cirugías mínimamente invasivas (como la laparoscopia y la cirugía robótica) ha sido uno de los mayores avances de los últimos treinta años, ya que ha mejorado claramente el postoperatorio del paciente, le duele menos y se recupera antes. Concretamente la introducción de la cirugía robótica ha permitido realizar cirugías mínimamente invasivas complejas con mayor facilidad y disminuyendo la curva de aprendizaje que puede a ser tediosa en otras técnicas como la laparoscopia.

Reportaje | La ‘revolución’ de la cirugía robótica cumple veinticinco años

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