Impaciencia en la Ciudad Vieja de A Coruña ante la escasez de cámaras de control

Impaciencia en la Ciudad Vieja de A Coruña ante la escasez de cámaras de control
La calle de Isabel Zendal tiene una de las dos cámaras del barrio | javier alborés

El tráfico rodado hace tiempo que se ha instalado en el primer puesto de la lista de preocupaciones de los vecinos de la Ciudad Vieja, especialmente debido al ejercicio de paciencia e imaginación que supone dejar su coche a buen recaudo cada vez que vuelven a casa. Si bien entre los residentes hubo una corriente de optimismo tras las últimas reuniones con Urbanismo, que prometió cercar, controlar y sancionar a base de cámaras, la realidad es que el procedimiento regulador en sí se está haciendo mucho más tortuoso de lo esperado. 


Son visibles y operativas las unidades instaladas en a la altura del CEIP Cidade Vella y en la calle de Isabel Zendal, aunque los residentes las consideran insuficientes para formar un perímetro que compruebe accesos y licencias. “Nos sentimos vacilados con la instalación de las cámaras, hay un proyecto, pero solamente hay dos instaladas y no vemos que se vaya a avanzar en las próximas fechas”, lamenta Leonardo Méndez, presidente de la asociación vecinal. “Existe esa voluntad, pero se necesita una puesta al día; hay previstas tres cámaras en Capitanía, con lo cual ni de broma estarán a corto plazo”, añade.


El razonamiento de los vecinos es pura matemática: si existen X puntos de entrada y de salida y solamente están cubiertos dos de ellos el operativo no es efectivo. “Si entras por un lado y no puedes comprobar si se sale por el otro quiere decir que a corto plazo está contemplado ese cierre”, explica Méndez, que también cree que la Policía Local debería tener un papel más proactivo en la protección de los espacios destinados a los residentes. “Mientras la Policía Local mira para otro lado sigue el problema con el Ocenográfico, la Maestranza... han multado de vez en cuando, pero no existe un control ejemplificante”, subraya.


Voluntad municipal 

Fuentes municipales insisten en el mismo mensaje que la concejalía ya trasladó en su día a los vecinos: el control soñado será una realidad mucho antes de lo esperado. Así, se apunta a nuevos pasos al frente muy pronto: “Las cámaras que hay instaladas actualmente son las dos primeras, pero habrá más que se instalarán próximamente y estarán en funcionamiento”. 


Las cámaras forman parte del proyecto para la Zona de Bajas Emisiones y están financiadas con fondos Next Generation, por lo que la condición sine qua non es que estén ejecutadas antes de que acabe el año. 
Recientemente, los vecinos del Orzán también comprobaron cómo entraba en funcionamiento la cámara que controla el acceso a la zona peatonal, y que por primera vez en la historia tiene carácter sancionador. 

Impaciencia en la Ciudad Vieja de A Coruña ante la escasez de cámaras de control

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