Los Bomberos de A Coruña extinguieron ayer por la mañana el incendio que se había declarado en un galpón situado en la carretera de los Fuertes, muy cerca del barrio de Los Rosales. Sin embargo, pese a la rápida intervención de los servicios de emergencia, no se pudo evitar que el lugar, que se usaba como un taller de tapicería, quedara reducido a cenizas.
El disgusto estaba pintado en la cara tiznada del dueño que observaba trabajar a los Bomberos. Los servicios de emergencia coruñeses recibieron el aviso poco después de las once de la mañana, cuando en la zona se desataron grandes llamas que alertaron a los vecinos.
La estructura que ardió estaba llena de material de tapicería, lo que generó unas grandes llamaradas y mucho humo, que se pudo ver desde lejos y que obligó a cortar uno de los accesos. Mientras la Policía Local mantenía el perímetro, los Bomberos introdujeron lentamente un camión por un sendero de tierra para atacar las llamas.
Por fortuna, el fuego no afectó ni a ninguna persona ni a casas habitadas, puesto que el taller estaba exento. Además, aunque la hierba estaba muy crecida alrededor, durante el suceso descargó la lluvia, lo que redujo el peligro de propagación.