El 092 cierra el cuarto establecimiento de ocio nocturno en lo que va de mes

El 092 cierra el cuarto establecimiento de ocio nocturno en lo que va de mes
La Policía Local cerró el bar de Matogrande por incumplimiento de las ordenanzas medioambientales sobre el ruido | patricia g. fraga

El Ayuntamiento parece decidido a conseguir que los responsables de los locales de ocio nocturno respeten las ordenanzas municipales que garantizan el descanso a los vecinos y para eso está dispuesto a aplicar la mano dura. En solo un mes, ha cerrado cuatro de estos establecimientos. El último de ellos, en Matogrande, el Medusa, esta misma semana. Los agentes municipales descubrieron que el bar estaba poniendo música, aunque lo tenía prohibido, de manera que fue sancionado con un tiempo de cierre no menor a tres meses, según fuentes cercanas a Disciplina Urbanística.


Según los primeros informes, la primera vez le habían dado al a gerencia del local un aviso. O un apercibimiento, para ser exactos. En todo caso, parecía que el responsable del establecimiento había captado la idea y retirado el hilo musical. Poco después, cuando los policías locales acudieron a inspeccionar, comprobaron que todo estaba correcto, pero una segunda inspección, realizada esta misma semana, reveló que había vuelto a las andadas.


Los agentes parecen convencidos de que solo fingió retirar el hilo musical y que lo instaló de nuevo en cuanto creyó que había pasado el peligro y que no volvería. Esto se denomina “falsedad manifiesta”. Es decir, mentir a la autoridad, y conllevó el cierre del local que, según todas las apariencias, permanecerá inactivo la mayor parte del verano.


Ruidos

La ordenanza medioambiental relativa a ruidos es el motivo principal de cierre de estos negocios, que esperaban recuperarse este verano de las pérdidas de los últimos años, ahora que se han levantado las restricciones por el covid-19. El Ayuntamiento sigue con su política de tolerancia cero que no afecta solo al Orzán, sino que alcanza cualquier barrio de la ciudad donde lleguen las quejas de los vecinos.


El anterior caso de cierre había sido en el cruce de la avenida de Finisterre con la ronda de Nelle el Nancy´s. El local, un café cantante, había infringido las normativas referentes a la emisión de ruido, según la información que maneja Disciplina Urbanística. Según estas mismas fuentes, se descubrió que el sonógrafo, el aparato que deben incluir todos los locales que cuentan con música, había sido manipulado para que no recogiera el verdadero volumen de sonido, una práctica bastante habitual en estos casos.


El cierre más importante se produjo a finales de abril, el del emblemático Grietax en el cruce de la calle Sol con Socorro, también habían manipulado el sonógrafo, tapando el micrófono para que no captara el alto volumen de la música. Eso provocó que, cuando los policías locales realizaron mediciones en el piso de arriba, se captaran unos 39 decibelios (en un segundo piso, para que no hubiera contaminación del ruido ambiental de la calle) y les costó el cese de la actividad. Poco antes, se había cerrado el Búnker, por el mismo motivo. En cambio, en el caso de la Cabaña del Mojito, en Pasadizo del Orzán, que recibió la visita de los agentes municipales hace dos semanas, el problema consistió en que la documentación no estaba en regla.


Más que en 2021

La Policía Local ya ha clausurado más establecimientos de ocio nocturno en lo que va de 2022 como en todo el año pasado. Según datos de Urbanismo, el año pasado fueron solo diez cierres, y este año ya son once. Una media, todo hay que decirlo, muy parecida a la de 2020, en plena pandemia.


Disciplina Urbanística actúa ante faltas reiteradas: las sanciones recurrentes terminan acumulándose y no solo acaban por provocar el cierre del local, sino también con multas considerables, algunas de cien mil euros.

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