Reportaje | Los beneficios de los caminos generacionales coruñeses

Reportaje | Los beneficios de los caminos generacionales coruñeses
Tres grupos de beneficiarios preparados para salir | Patricia G. Fraga

‘Pedalear y conversar’ pone en valor a las generaciones anteriores a través de algo tan sencillo como el triciclo. La iniciativa de voluntariado impulsada por Afundación organizó el pasado lunes un encuentro en el que directores, voluntarios y beneficiarios comentaron las ventajas de un programa que trae nueva vitalidad a muchos de estos mayores.


La iniciativa aprovecha los triciclos adaptados para que los voluntarios transporten a los mayores en paseos a través de las calles de la ciudad. Tales recorridos acarrean un proceso de aprendizaje teórico y práctico para controlar estos vehículos que demuestra la dedicación de estas personas solidarias. 


Durante los viajes, los beneficiarios son conducidos por lugares que llevaban años sin contemplar debido a las dificultades de movilidad ocasionadas por la vejez. “El pasar por una calle, ir a ver la Torre de Hércules o el estadio de Riazor les genera unos recuerdos que seguramente estaban olvidados, y el volver a pasar por esos sitios les permite revivir esas situaciones que cayeron en el olvido”, contó Clara García, representante de la entidad colaboradora Saraiva. 


Aunque no siempre pueden llegar a todas partes, ‘Pedalear y conversar’ se aproxima en épocas especiales como el verano a zonas más apartadas. Carmen Martínez es una de las usuarias ubicada en Bastiagueiro que disfrutó de estos paseos en compañía. Su hija, Silvia Martín, remarcó como se apuntaron “de primeras” en cuanto supieron de esta oportunidad para “ver paisajes, dar paseos y salir de su rutina habitual”. El buen resultado les llevó a confesar que esperaban con impaciencia el 24 de diciembre para contemplar las luces de Navidad gracias al programa.


A pesar del efecto positivo para los mayores, voluntarios como Pilar Fernández y Manuel López también reconocieron la satisfacción de la experiencia. López, antiguo cartero, rememoró con ilusión como reconoció a una vecina de su recorrido entre las usuarias con las que compartió uno de sus paseos.


La sede de A Coruña cuenta con 29 voluntarios entre los 40 participantes de toda Galicia, que incluyen los programas de Vigo y Pontevedra. Según los datos ofrecidos, 423 personas aprovecharon las ventajas de este programa solidario capaz de guiarles a través de los recuerdos perdidos de la ciudad. 

Reportaje | Los beneficios de los caminos generacionales coruñeses

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