Lo que el covid se llevó

Pese a la vacunación masiva de los españoles, seguimos inmersos en una ola de vorágine por el virus que nos deja esta pandemia, ya no solo a los españoles, los europeos están en la misma línea o quizás peor, por la falta de responsabilidad a la hora de acceder a vacunarse y evitar males mayores, esto está lastrando la posible recuperación en la libertad de movimientos que se tenía y ahora hay que asumir diversas pautas médicas sobre el control del virus. El cual viene y va según la incidencia en la sociedad y la precaución que se tome en combatirla.


Este peligroso virus, parece que vino con intención de quedarse y es cuestión de que cada cual ponga remedio en la medida que pueda, para evitar relajaciones que traigan como consecuente los dicho repuntes. La gente que no piense que por estar vacunada, ya puede hacer lo que venga en gana, esto no funciona así, pese a la vacunación si no hay sintonía social y no seguimos la fórmula sanitaria de respetar distancia y llevar mascarilla tanto en lugares abiertos como cerrados, el virus seguirá actuando a su manera, quizás no sea tan letal, no por ello será menos dañino, la persona que tenga la desgracia de sufrir contagio se verá en serios aprietos de salud y en muchos casos lo serán para el resto de sus días.


Esta mal nacida pandemia, nos ha arrebatado de nuestras vidas, todo lo que se hacía a diario, la amistad de nuestras relaciones sociales, bienestar sanitario, etc. Sobre todo se ha llevado a unas 89.000 personas al más allá, sin poder despedirlas sus familiares como era costumbre, tampoco sus amigos allegados, han podido hacerlo como querían, al tener que estar obligados a mantener unas medidas sanitarias que impedían su acompañamiento, un dolor para todos los que han perdido un familiar y un allegado.


No solo, afectó al modo sentimental de las relaciones humanas, en conjunto a todo el entorno en que se desarrollaba la vida cotidiana de antes de la llegada de esta indeseable pandemia. Lo hace también en el terreno laboral y con mucha saña destructiva, así 207.000 empresas han desaparecido, una de cada seis y trajo consigo, la mayor caída del salario medio en los últimos 50 años. También obligó al cierre de 323.000 trabajadores autónomos, el 10% del total. Las previsiones indican que el mercado de trabajo hasta el 2023 no se recuperará. Habrá que esperar lo que acontece con la nueva reforma laboral, que mantiene dividido al gobierno y sus socios y ver sus consecuencias.


Lo cierto es que hasta el momento, esta pandemia nos ha llevado muchas cosas de nuestra vida y solo la responsabilidad de cada uno en mantenerla a raya hará posible que recuperemos nuestro optimismo en la nueva normalidad, más tarde o temprano, todo dependerá de nuestra actitud como sociedad y nuestro compromiso en evitar que nos lleve más que lo que ya se ha llevado por delante y ocasionado la ruina en muchas capas de la sociedad, el virus acecha, no se ve, pero está ahí para recordar que existe y vino para quedarse.

Lo que el covid se llevó

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