La confirmación de nuestras sospechas

Circula por ahí un vídeo en el que un supuesto trabajador de una mundialmente famosa cadena de comida rápida –esa misma que están pensando– desvelaba qué hace cuando algún cliente maleducado le exige con malas formas patatas recién fritas. Coge un puñado de las que ya están preparadas y las vuelve a meter en la freidora para que lleguen al comensal calentitas. Y bien aceitosas. Básicamente, es lo que todos sospechamos que se hace en algunos locales, y no necesariamente de comida rápida, pero está bien que nos confirmen que nuestro sentido del gusto no nos falla.