Los graves errores que occidente cometió en Afganistán

Lo de occidente en Afganistán va de fracaso en fracaso. El primero fue creer que en aquel país se podía establecer una democracia estable. El segundo no valorar el poder de los talibán, que tardaron menos de nada en hacerse con el país y, ahora, el tercero es tener que dejar al país y a muchos de los que colaboraron con ese intento de estabilizar la nación, a su suerte en manos de los integristas. La ministra de Defensa, Margarita Robles, lo reconoció ayer cuando dijo que hay personas que no podrán ser evacuadas y que, hoy por hoy, operaciones de rescate más allá de los límites del aeropuerto de Kabul son absolutamente impensables. Ni tan siquiera la APP que diseñó la afgana Sara Wahedi y que transmite informaciones en tiempo real sobre la presencia de grupos de talibanes en las calles de la capital afgana servirá para evitar lo que ya se está comenzando a producir: la masacre y el aplastamiento de todo tipo de resistencia a las imposiciones de los radicales.