Si la organización de una boda es uno de los habituales motivos de ruptura, imagínense cuando hay que retrasar la ceremonia quién sabe cuántas veces por culpa de la pandemia y dejar el vestido de novia y la ilusión guardados en un armario. Cuando por fin se puede celebrar no hay motivo en el mundo que vuelva a suspenderla. Ni siquiera que el novio no pueda asistir, a riesgo de que su futura esposa no le dé una nueva oportunidad. Que el hombre se ha contagiado de covid, pues da el ‘sí quiero’ por videollamada y listo. La pareja indonesia que ha dado la idea al resto igual ha salvado muchos matrimonios. FOTO: Una novia, a punto de casarse | efe