El problema ahora es el ocio descontrolado

El problema ahora es el ocio descontrolado
Botellón en barcelona en plena pandemia | aec

En esto del control de la pandemia vamos sin libro de instrucciones. Lo que un día parece una buena idea, al siguiente se convierte en nefasta. Por eso, y aprendiendo de lo que sucedió en Mallorca, el presidente de la Xunta ha advertido a los jóvenes. Si hay ocio descontrolado se endurecerán las restricciones, señaló Feijóo. Y es que preocupan y mucho las imágenes de botellones en los que miles de jóvenes dan rienda suelta a sus ganas de libertad. La tienen ellos y el resto de los ciudadanos y es cierto que no hay que criminalizar al colectivo, pero también es verdad que con su actitud no se ponen en riesgo solo a ellos mismos, también al resto de la población, al tiempo que pueden provocar un nuevo cierre de la economía. Nos jugamos demasiado como para perderlo porque unos cuantos quieran dar rienda suelta a sus ganas de fiesta y jolgorio.

El problema ahora es el ocio descontrolado

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