Vienen tiempos complicados para el Gobierno de coalición PSOE-Unidas Podemos. Los socialistas llevan ya varios días avisando de que los presupuestos no van a ser lo que los morados se esperan o desean. Lejos de ellos, y en un alarde de realidad que le honra, el Gobierno está planteándose redactar unas cuentas aquilatas a la situación por la que estamos pasando. El problemas es que Iglesias y los suyos tienen que lidiar no solo ya con la contestación interna en el partido (lo de vendidos es lo más bonito que les dicen), sino con la única y pírrica victoria de haber sacado adelante el ingreso mínimo vital, eso sí, disminuido y dependiendo de las comunidades. Habrá que ver cómo se toma Iglesias la nueva traición de sus socios de Gobierno. Foto: Iglesias y Sánchez, en otros tiempos de más amor | aec