¿cuál puede ser el mejor sitio al que llevar a niños inquietos? Respuesta: un museo del vidrio, no. Porque si lo hace, uno se arriesga a que los pequeños, que al fin y al cabo son niños y juegan allá donde van si sus padres no prestan la suficiente atención, rompan el castillo de vidrio soplado más grande del mundo. Expuesto en Shanghai y en el que un español había invertido cerca de 500 horas de su vida, las que necesitó para recrear el castillo de La Cenicienta de Disney World Resort. Dicen los padres de las criaturas que pagarán los gastos del arreglo. La obra está valorada en 65.000 dólares. FOTO: el castillo (real) de la cenicienta |efe