Cuando lo peor no es lo más terrible que puede pasar

Cuando lo peor no es lo más terrible que puede pasar

la peor jornada en España desde que empezó la pandemia ha dejado 462 muertos. Casi medio millar de personas fallecidas en veinticuatro horas. Piensen durante un momento cuántos conocidos tienen. Y resten quinientos. Desolador, ¿verdad? Pues lo peor está por llegar. Parece que cumplimos los patrones de Italia con una diferencia de seis días. Y no hace falta que recordemos cómo están las cosas allí. O igual sí hace falta tenerlo muy presente para estar preparados e intentar evitar lo que está por venir. Para que las imágenes de los camiones trasladando féretros de una ciudad a otra y las cifras de muertes de cuatro dígitos no se repitan a este lado del mapa. Seis días pueden muy pocos o suficientes según lo que seamos capaces de hacer con ellos. Por ejemplo, los test de detección que permitirían aislar a los infectados y contribuir de forma decisiva a que la famosa curva deje de ascender. O la llegada del material sanitario que salva vidas. FOTO: una italia desierta y mermada es el espejo en el que nos miramos con seis días de diferencia | aec

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