10º-19º
jueves | 18 abril | 2024
Ya hay fecha para el primer desalojo de antiguos chabolistas de Penamoa reubicados por el Ayuntamiento: el 4 de octubre. Desde mayo, Moisés Rivero y Rocío Hernández esperaban que les llegara la notificación del juzgado informándoles de qué día deberían abandonar su casa de la calle de Devesos, en Meicende. Eso no significa que lo acepten como inevitable. Saben que hay muchos antiguos vecinos del poblado chabolista que en su día entraron a formar parte del Plan Especial de Penamoa y que como ellos corren el peligro inminente de ser desahuciados, por lo que mañana piensan acudir al registro municipal de María Pita con un documento en el que han reunido 70 firmas para pedir la dimisión de Pedro Rial, coordinador del Plan, así como de Gorka de Luis, coordinador provincial de la Fundación Secretariado Gitano, a través de la cual se canalizaron las ayudas.
Critican que se aprobara su realojo a pesar de que no tenían medios ni perspectivas de pagar sus hipotecas
Estas resultaron ser insuficientes en el caso de Moisés y Rocío, que en medio de una crisis económica y sin la formación prometida por el Ayuntamiento no consiguieron encontrar trabajo durante dos años de manera que no pudieron hacer nada cuando en mayo les llegó el primer aviso de que subastaría su casa si no se ponían al corriente de su hipoteca, de la que adeudaban 50.000 euros. En un principio, se podría pensar que la responsabilidad es suya, pero Stop Desahucios criticó que la entonces Caixa Galicia les concediera una hipoteca sin \“ningún aval real\”, excepto el subsidio que cobraba él por haber estado en la cárcel. Lo consideran un \“engaño por parte del Ayuntamiento, que sabía que no podrían pagar la hipoteca a largo plazo\”. En muchos casos, esa fue la forma de actuar del Plan Especial: otorgar hipotecas o alquileres a gente sin medios.
sin reinserción
Y es que el Plan Especial era mucho más complejo e iba mucho más allá del realojo. Debía incluir un proceso de aprendizaje y formación para reinsertar a los chabolistas, tanto social como laboralmente. Sin embargo, todos los participantes en el plan consultados negaron haber recibido formación alguna, o facilidades para encontrar empleo.
También mantienen que no les explicaron debidamente las condiciones de las ayudas que iban a percibir. Por ejemplo, la pareja que será desalojada el 4 de octubre recibió una subvención de 40.000 euros, pero nadie les advirtió de que 8.000 de ellos correspondían a la Agencia Tributaria y como la mayor tienen una muy escasa educación, y bastantes son analfabetos, el papeleo para ellos resultaba un obstáculo insalvable, así que se fiaban de lo que se les decía. Ahora, totalmente desengañados, exigen del Ayuntamiento que rectifique. n
