La Sagrada Familia se estremece por la explosión en la que murió un vecino

La Sagrada Familia se estremece por la explosión en la que murió un vecino

Un trágico y sorprendente suceso conmocionó al barrio de la Sagrada Familia durante la madrugada de ayer. Eran las dos y media, cuando un enorme estruendo despertó a los vecinos de Nuestra Señora de la Luz y de las calles aledañas. Pocos segundos después las llamas que salían de una de las viviendas del portal número 2 de la citada calle (situado en la esquina con González del Villar) confirmaban que el ruido se debía a un explosión.

No tardó mucho en confirmarse que uno de los residentes del inmueble, concretamente, el vecino del cuarto derecha, había fallecido. Los demás inquilinos recibían la noticia ya en la calle, impresionados por el fuego que asomaba feroz por lo que ya solo era el hueco de las ventanas. Las llamas alertaron también a los residentes de los edificios colindantes, que también salieron a la calle en una reacción a medio camino entre la curiosidad y el pánico.

Cinco minutos después de la deflagración llegaban hasta la zona los primeros equipos de emergencias, además de cuatro patrullas de la Policía Nacional y otras cuatro de la Policía Local.

Bomberos envió varias dotaciones (tres camiones y un coche de mando) que se emplearon a fondo en apagar el incendio que ese momento amenazaba con extenderse a otras viviendas contiguas a la que se había originado la explosión, una tarea que en la que emplearon poco más de 40 minutos.

dos personas atendidas

Mientras, los demás equipos de emergencias trataban de desalojar a los pocos vecinos que quedaban dentro del edificio, entre ellos, un hombre de 88 años de edad que se encontraba encamado y que no había podido salir por su propio pie.

El estruendo derivó en un espectacular incendio que dejó importantes daños en el inmueble

El anciano estuvo en todo momento acompañado por una pareja de la Policía Local, hasta que la dotación del 061 pudo al fin acceder. En la calle, sus familiares advertían de la existencia de varias botellas de oxígeno para uso médico en la casa, y del riesgo que se corría si el fuego las alcanzaba. Finalmente, los sanitarios alcanzaron la séptima planta y atendieron al octogenario, que no presentaba mayores problemas, por lo que se decidió mantenerle en su casa, a la vista de que el incendio ya había sido controlado.

Los sanitarios también tuvieron que socorrer a una segunda persona en el lugar del siniestro. Se trataba de una joven de origen portugués que se quejaba de problemas al respirar y se mareaba, por lo que se consideró que podría haber inhalado humos. Poco después de ser atendida en una de las ambulancias y comprobar que su estado no revestía gravedad, la joven, de 33 años, explicaba que se había tomado \“una pastilla para dormir\” y que eso pudo ser lo que le había provocado el mareo.

una bombona de butano

En la calle también se vivieron escenas de nerviosismo, debido al incendio y a la preocupación por las personas que podían permanecer dentro del edificio. El momento más tenso fue, quizás, la llegada de los familiares del fallecido y cuando se les comunicaba el trágico desenlace. Una mujer, que al parecer era su hermana, también tuvo que ser atendida tras sufrir un pequeño ataque de ansiedad.

La víctima, de 57 años, se había trasladado al barrio hacía 14 y vivía solo

La víctima, Martín Maroño Romero, tenía 57 años y llevaba 14 residiendo en Nuestra Señora de la Luz. Según fuentes de la Policía Local, era natural de Lugo y ejercía como pintor, aunque en la actualidad se encontraba de baja por enfermedad. Los vecinos lo definen como una persona \“reservada, pero educada\” que no salía mucho, \“solo a comprar el pan\”, pero que siempre se mostraba muy correcto en la escasa convivencia que practicaba.

A la espera de que se revelen los resultados de la autopsia, todo apunta a que Maroño falleció a causa de una explosión debido a una \“bolsa de gas\” acumulada en la vivienda, aunque los especialistas de la Policía Científica siguen trabajando sobre el terreno para esclarecer las causas concretas del siniestro. En la jornada de ayer no se descartaba ninguna hipótesis, y serán la autopsia y el resultado de las pesquisas de la Policía Científica los que arrojen algo de luz sobre lo sucedido.

daños materiales

Además del fallecimiento del único inquilino del piso afectado, la explosión que alteró la tranquilidad del barrio de la Sagrada Familia también provocó numerosos daños materiales. Los más importantes se registraron en el cuarto derecha y en las viviendas más próximas. De hecho, los vecinos del cuarto izquierda y el quinto derecha todavía no han podido regresar a sus casas, debido al riesgo que apreciaron los técnicos municipales.

Después de apagar el incendio, los bomberos volvieron a intervenir a las seis y media de la mañana para revisar los marcos de algunas ventanas que todavía humeaban. Unas horas después, varios miembros del 080 revisaban el edificio en compañía del arquitecto municipal que determinó que no había \“daños estructurales\” importantes. Gran parte de la mañana se empleó en la retirada de cascotes y cristales que corrían el riesgo de caer a la calle y herir a alguna transeúnte.

Precisamente, la lluvia de cristales que precedió a la explosión fue una de las consecuencias colaterales del suceso. Muchos de los vehículos que estaban aparcados sufrieron importantes daños en su carrocería. n

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