Emoción, recuerdos y agradecimientos. Mucho de todo entre los setenta minutos que transcurrieron desde el himno de España y la marcha del Antiguo Reino de Galicia, cuyos acordes saludaron y despidieron a un millar de coruñeses, a una solemne representación del Cuerpo Nacional de Policía, a todas las autoridades locales –con el alcalde al frente– al embajador eslovaco, al presidente de la Xunta y al ministro del Interior.
El frío ambiente de Expocoruña enseguida fue derrotado por los aplausos, los abrazos y los reencuentros. Los de todos los que de una forma u otra desplegaron su esfuerzo desde la fatídica madrugada del 27 de enero y hasta el 19 de febrero, cuando fue recuperado el cadáver de Tomas Velicky.
Los cuatro héroes > Tras la intervención del alcalde, el primero en recibir una condecoración fue Adrián Doce, el joven coruñés que no dudó en sumarse a los intentos por sacar al estudiante eslovaco del agua.
La emoción se desató cuando los padres de Rodrigo Maseda, Javier López y José Antonio Villamor cruzaron cabizbajos la distancia que les separaba de la mesa presidencial para recibir las distinciones y la cerrada ovación de todos los presentes.
Antes de que Jorge Fernández Díaz y Alberto Núñez Feijóo se dirigiesen a los presentes, se sucedió un desfile de policías, bomberos, mandos y entidades como Salvamento Marítimo, Cruz Roja, o el Club del Mar de San Amaro. Todas reconocidas en mayor o menor medida. Una corona de laurel al pie de un hito de madera fue la espita que desató las lágrimas.