TRAGEDIA EN EL ORZÁN ESPERANDO NOTICIAS
Miles de coruñeses aprovecharon el sol dominical para asomarse ayer al balcón de la ciudad con una mezcla de curiosidad y ansia por recibir noticias de primera mano. Ninguno le da la espalda al mar. Lo miran cara a cara, casi reprochándole su egoísmo.
De Las Esclavas a la Domus, ciudadanos de todas las edades iban y venían comentando lo sucedido y barruntando que hay trabajo para largo. En un par de rincones han comenzado a aparecer las primeras velas: tres sobre la balaustrada, mirando al lugar exacto de la tragedia; otras cuatro en Riazor, en el suelo, escondidas tras lo que queda de balaustrada. Con un recogimiento que se diría de oración.