De nuevo se dejaron ir

De nuevo se dejaron ir
El Ideal Gallego-2014-05-04-057-c3d5a5Ne

El Deportivo desaprovechó ayer la ocasión de dejar prácticamente encarrilado el ascenso en el Anxo Carro. En la primera se mostró como una apisonadora, asfixiando al Lugo y marcando dos goles, mientras que en la segunda bajó la guardia y se echó atrás, ‘resucitando’ a los rojiblancos y permitiéndoles equilibrar un encuentro que obliga a los coruñeses a estar pendientes de los duelos de sus perseguidores para valorar como positivo o no el punto conseguido.

Espoleado por los cerca de 4.000 aficionados blanquiazules que se desplazaron a tierras lucenses para disfrutar de ‘O derbi do norte’, el conjunto coruñés salió enchufadísimo. Fernando Vázquez, fiel a las pruebas que realizó durante la semana, apostó por reforzar el centro del campo debido a la goleada sufrida ante la Ponferradina.
El castigo recibido contra los bercianos y la sensación de vulnerabilidad ofrecida le llevaron a proteger la medular colocando a Álex Bergantiños junto a Juan Domínguez, quien en las tres jornadas anteriores había jugado como único mediocentro. El sacrificado fue Juan Carlos, quien regresó al banquillo.
Desde el pitido inicial, el doble pivote herculino y Rabello, en la mediapunta, se hicieron con el control y sometieron a los mediocampistas rojiblancos a una presión que provocó un cortocircuito en su fútbol. Los de Setién, incapaces de superar la presión, no conseguían exhibir su juego combinativo habitual.
La escuadra deportivista se sentía muy superior a un rival que a los dos minutos ya recibió su primer susto, cuando Lopo no conectó de cabeza un saque de esquina por centímetros. Siete minutos después, en su segunda llegada al área, los coruñeses no fallaron. Rabello se marchó de los tres jugadores que le salieron al paso y sirvió un pase entre líneas a Ifrán, que el uruguayo convirtió en el 0-1 con un disparo ajustado al poste izquierdo.
A raíz del primer tanto, el cuadro coruñés se dedicó a controlar el encuentro ante un adversario que daba la sensación de jugar sin alma. Los rojiblancos, con la permanencia prácticamente asegurada, se paseaban con desidia.
Fruto del dominio deportivista, en el minuto 41 llegó un disparo de Luisinho que Dani Mallo despejó a córner. En el saque de esquina posterior llegó el segundo tanto. Rabello puso la pelota en juego e Insua se sacó un testarazo inapelable para convertir un 0-2 que dejaba al Depor con un pie y medio en Primera.
Eso debieron pensar los blanquiazules, que en la reanudación permitieron que un Lugo contra las cuerdas se metiera en el partido y equilibrara el duelo.
El Depor fue retrocediendo más y más a la vez que bajaba su intensidad, lo que permitió que los lucenses se sintieran cada vez más cómodos.
El Lugo empezó a adueñarse del balón y a construir su fútbol, generando muchísimo peligro por ambas bandas. Sobre todo por la derecha a raíz de la entrada en el campo de Pablo Álvarez, en el minuto 66, quien se mostró como un puñal.
Solo cinco minutos después de saltar al césped, el exdeportivista sirvió un centro medido que Rennella transformó en el 1-2.
El cuadro coruñés, que veía peligrar la victoria, siguió reculando, mientras que el Lugo comenzó su asedio particular sobre la portería blanquiazul.
Solo las espectaculares paradas de Lux evitaron el segundo tanto que, sin embargo, sí llegó en el minuto 85. En una falta colgada por Pablo Álvarez al área, Rennella empujó a Juan Domínguez lo suficiente para que chocara con la rodilla de Lux, quien estaba saliendo de su portería, y el portero se desequilibrara. Rennella aprovechó el desconcierto y el error del árbitro al no señalar la falta en ataque para marcar el empate. Al final, el delantero franco-italiano pudo marcar el 3-2 en el minuto 92 en un disparo que atajó Lux. n

De nuevo se dejaron ir

Te puede interesar